miércoles, 20 de mayo de 2020

Otras restricciones con los Plaguicidas

Los riesgos de los plaguicidas no terminan con su aplicación. En el caso de los compuestos más tóxicos, existe un peligro real para los trabajadores que penetran demasiado pronto en la zona tratada. Por consiguiente, es importante que tanto ellos como el público en general sean informados de las zonas tratadas con plaguicidas tóxicos y de las fechas en que se puede entrar en ellas. Es importante además proceder a la recolección de los cultivos una vez que haya transcurrido un período suficiente para que se haya degradado el plaguicida, a fin de evitar la presencia de residuos excesivos en los alimentos.

martes, 19 de mayo de 2020

Mezcla y aplicación de los plaguicidas Parte 2

La protección por efecto del tiempo implica la limitación de las horas de trabajo. La idoneidad de este método depende de que el plaguicida se elimine rápidamente o sea acumulativo. Se produce acumulación de algunos compuestos en el cuerpo cuando la velocidad de excreción es más lenta que la de absorción. Con otros compuestos puede darse una acumulación del efecto cuando la persona está expuesta a dosis pequeñas repetidas, que individualmente no producen síntomas.
La protección mediante el cambio del método de trabajo implica una reconsideración de toda la operación. Los plaguicidas difieren de otros compuestos en que pueden ser aplicados desde la tierra o desde el aire. En la aplicación desde la tierra, los cambios de método dependen en gran parte de la elección del equipo y de la naturaleza física del producto a aplicar.
Los plaguicidas aplicados desde el aire pueden estar formulados como líquidos, polvos o gránulos. Los líquidos se pueden rociar desde altitudes muy bajas, frecuentemente en forma de gotas finas de formulaciones concentradas, conocidas como aplicaciones de volumen ultrabajo (VUB). La desviación por el viento constituye un problema, especialmente, en el caso de los líquidos y los polvos. La aplicación aérea es en general adecuada para tratar grandes extensiones, pero implica riesgos especiales para los pilotos y los trabajadores de tierra. Los pilotos pueden resultar afectados por el derrame de las tolvas, por la penetración de plaguicida en la cabina y por el vuelo sobre la franja recientemente tratada a través de la corriente formada. Incluso grados menores de absorción de algunos plaguicidas o sus efectos locales, como los que causa, por ejemplo, un compuesto organofosforado en el ojo, pueden afectar a un piloto hasta impedirle mantener el grado de vigilancia necesaria para volar bajo. No debe permitirse a los pilotos intervenir en estas operaciones de aplicación de plaguicidas a menos que hayan sido especialmente entrenados en los aspectos antes mencionados, aparte de los específicamente referidos al vuelo.
En tierra pueden resultar afectados los cargadores y los señalizadores. A los primeros se aplican los mismos principios que al resto de personas que manipulan plaguicidas a granel. Los señalizadores marcan la franja de terreno a rociar y pueden resultar seriamente contaminados si el piloto calcula mal el momento del rociado. Pueden colocarse globos o banderas por delante o enfrente, sin que los propios trabajadores deban actuar como señalizadores dentro del plan de vuelo.


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lunes, 18 de mayo de 2020

Mezcla y aplicación de los plaguicidas Parte 1

La mezcla y la aplicación pueden constituir las fases más peligrosas del uso de los plaguicidas, ya que es en ellas cuando el trabajador está expuesto al concentrado. La mezcla debe reservarse, por tanto, a determinadas personas que conozcan a fondo los riesgos y dispongan de todo lo necesario para hacer frente a una contaminación accidental. Incluso cuando la mezcla presenta una toxicidad tal que permita su utilización con un reducido equipo de protección individual (EPI), el personal ocupado de la mezcla debe disponer de un equipo más completo y utilizarlo.
Con los plaguicidas de riesgo moderado o elevado casi siempre se requiere algún tipo de equipo de protección. La elección de los elementos concretos del equipo dependerá de la toxicidad del plaguicida y de la forma en que se manipule. Además de este equipo de protección habrá que contar con instrucciones para su limpieza, mantenimiento y renovación adecuados.
Allí donde las condiciones climáticas impidan el uso de algunos tipos de equipo de protección pueden aplicarse otros posibles métodos: la protección a través de la distancia, la protección por efecto del tiempo y la protección mediante el cambio del método de trabajo. La protección a través de la distancia implica la modificación del equipo utilizado para la aplicación, de forma que la persona esté lo más lejos posible del plaguicida, teniendo en cuenta las posibles rutas de absorción de un compuesto específico.



domingo, 17 de mayo de 2020

Medidas de salud y seguridad - Etiquetado y almacenamiento

Los requisitos de etiquetado de los plaguicidas establecidos en la legislación nacional e internacional son de aplicación obligada tanto para los productos químicos importados como para los nacionales. La etiqueta debe contener la información esencial siguiente: nombre aprobado y nombre comercial del producto; nombre del fabricante, envasador o proveedor; instrucciones de uso; precauciones a adoptar durante su uso, incluyendo detalles del equipo protector necesario; síntomas de intoxicación y trata- miento de primeros auxilios para casos en que se sospeche el envenenamiento.

Cuanto más elevado sea el grado de toxicidad o riesgo del producto, más precisas deben ser las instrucciones de la etiqueta. Resulta práctico distinguir claramente los distintos grados de toxicidad mediante colores de fondo de la etiqueta y, en el caso de compuestos extremada o altamente peligrosos, incorporar el símbolo de peligro apropiado. A menudo, una cantidad adecuadamente etiquetada de plaguicida a granel se envasa localmente en recipientes más pequeños. Cada uno de éstos ha de llevar en tal caso una etiqueta similar y debe prohibirse el reenvasado en recipientes que hayan contenido productos alimenticios o que puedan confundirse fácilmente con recipientes de productos alimenticios. En el transporte de estos pequeños envases deben aplicarse las mismas normas que para el transporte de los grandes. (Véase el capítulo Utilización, almacenamiento y transporte de productos químicos).

Los plaguicidas de riesgo moderado o elevado deben almacenarse de tal forma que sólo tengan acceso a ellos personas auto- rizadas. En especial, hay que evitar cualquier contacto de los niños con concentrados o residuos de plaguicidas. A menudo se producen derrames en las salas de almacenamiento o reenvasado, y deben ser limpiados con cuidado. Las salas de almacena- miento deben estar sólidamente construidas y provistas de buenas cerraduras. Los suelos deben mantenerse limpios y los plaguicidas claramente identificados. Si se lleva a cabo en ellas el reenvasado, debe disponerse de iluminación y ventilación adecuadas; los suelos deben ser impermeables y sólidos; debe haber instalaciones de lavado y ha de prohibirse comer, beber y fumar en la zona.

Algunos compuestos reaccionan con otros productos químicos o con el aire; esta circunstancia debe tenerse en cuenta cuando se planifican las instalaciones de almacenamiento. Algunos ejemplos son las sales de cianuro (que reaccionan con ácido para producir gas cianhídrico) y el diclorvos (que se vaporiza en contacto con el aire). (El diclorvos está clasificado como posible cancerígeno humano del grupo 2B por la IARC).

sábado, 16 de mayo de 2020

Riesgos de los fungicidas: El tiabendazol

El tiabendazol causa involución tímica, depleción coloide en el tiroides y aumento del tamaño del hígado y del riñón. También se utiliza como antihelmíntico en el ganado vacuno.

viernes, 15 de mayo de 2020

Riesgos de los fungicidas: Las quinonas

Las quinonas, en general, causan trastornos hemáticos (metahemoglobinemia, anemia), afectan al hígado, alteran el metabolismo de las vitaminas, en particular el del ácido ascórbico, y son irritantes de las vías respiratorias y los ojos. El cloranil y la diclona son los derivados de quinonas más utilizados como fungicidas.

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jueves, 14 de mayo de 2020

Perspectivas de futuro UTILIZACION ALMACENA MIENTO Y TRANSPORTE DE PRODUCTOS QUIMICOS

En el desarrollo futuro se concederá prioridad a la prevención. En colaboración con los productores, los planes previstos comprenden la elaboración exhaustiva y actualizada de los datos sobre productos, el establecimiento de valores característicos del lugar de trabajo determinados estadísticamente y derivados de la medición de las exposiciones y una evaluación de la documentación relativa a enfermedades profesionales.

Fin 61

miércoles, 13 de mayo de 2020

Elaboración de la información orientada a la resolución de problemas y la utilización en la práctica Parte 3

GESTIS ofrece las conexiones pertinentes para el intercambio de datos y fomenta la cooperación mediante el reparto de tareas:

  • Las BG pueden acceder a la búsqueda directa en línea a través de la base de datos central sobre sustancias y productos (ZeSP) y la base de datos bibliográfica (ZIGUV-DOK).
  • El intercambio sin conexión a red entre las bases de datos centrales y periféricas se consigue con la ayuda de los formatos de conexión apropiados.
  • En los centros de información especializados pertenecientes a GESTIS, los expertos llevan a cabo evaluaciones orientadas y estudios previa solicitud.

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martes, 12 de mayo de 2020

Elaboración de la información orientada a la resolución de problemas y la utilización en la práctica Parte 2

Para lograr la utilización más eficaz posible de la información de que dispone GESTIS, se plantea la cuestión de la elaboración de la información orientada a la resolución de problemas y dirigida a determinados grupos. Los requisitos de adecuación a los usuarios se abordan en las bases de datos específicas sobre sustancias y productos químicos, por ejemplo, en la exhaustividad de la información o en su presentación orientada a la práctica. No obstante, no todos los requisitos concretos de los posibles usuarios pueden atenderse directamente en estas bases de datos. Se requiere una elaboración adaptada a grupos y problemas específicos, en caso necesario, facilitada por el proceso de datos. Debe divulgarse información orientada al lugar de trabajo respecto a la manipulación de sustancias peligrosas. Los datos más importantes extraídos de la base correspondiente deben presentarse en un formato comprensible y apropiado para el lugar de trabajo, por ejemplo, adoptando la forma de unas “instrucciones”, estipuladas en la legislación en materia de seguridad en el trabajo de muchos países. A menudo, se presta muy escasa atención a esta elaboración específica de los datos destinada a los trabajadores. Los sistemas especiales pueden preparar esta información, pero los centros especializados que responden a las consultas individuales también la ofrecen y prestan el apoyo necesario a las empresas. En el marco de GESTIS, estos procesos de recogida y elaboración de los datos se llevan a cabo, por ejemplo, mediante la acción de sistemas de ramas específicas como el GISBAU (Sistema de Información sobre Sustancias Peligrosas de las BG del Sector de la Construcción), el GeSi (Sustancias Peligrosas y Sistema de Seguridad), y de centros de información especializados en las BG, en el BIA o en la asociación de las Berufsgenossenschaften.

lunes, 11 de mayo de 2020

Elaboración de la información orientada a la resolución de problemas y la utilización en la práctica Parte 1


En el centro de la estructura de GESTIS se sitúan las bases de datos especificas sobre sustancias y productos, exposiciones, enfermedades profesionales y bibliografía. Los datos son recopilados por los especialistas que desarrollan su actividad en el centro y mediante las actividades periféricas de las BG. Para la aplicación y la utilización de los datos, es necesario acceder a los usuarios, de manera centralizada a través de la divulgación en publicaciones pertinentes (p. ej., sobre la cuestión de la incidencia de las enfermedades profesionales), y también de forma específica gracias a las actividades de asesoramiento de las BG en sus empresas afiliadas.


domingo, 10 de mayo de 2020

Coordinación y elaboración de los datos orientada a la resolución de problemas - Coordinación de la información


Los componentes de GESTIS antes descritos no pueden mantenerse aislados si se pretende utilizar este sistema eficazmente. Requieren la existencia de posibilidades de coordinación adecuadas, por ejemplo, entre los datos de exposición y los casos de enfermedad profesional. Esta vinculación permite la creación de un sistema información realmente integrado. La coordinación se basa en la información esencial disponible, codificada mediante el sistema de codificación GESTIS normalizado (véase la Tabla 61.2).
Con la ayuda del código GESTIS, pueden asociarse entre sí datos individuales (p. ej., datos de medición correspondientes a un determinado lugar de trabajo con un caso de enfermedad profesional que haya ocurrido en ese mismo lugar o en otro similar) y obtenerse información “tipificada” y condensada estadísticamente (p. ej., asociación de las enfermedades relacionadas con determinados procesos de trabajo con los datos de exposición medios). En cuanto a las asociaciones individuales de datos (p. ej., basadas en la utilización del número del seguro de pensión), la obligación de respetar estrictamente la legislación sobre protección de la información es obvia.
Por consiguiente, es evidente que sólo un mecanismo de codificación sistemática es capaz de estos requisitos de coordinación en un sistema de información. No obstante, debe llamarse la atención respecto a la posibilidad de la coordinación de varios de estos sistemas transcendiendo las fronteras nacionales. Estas opciones de coordinación y comparación dependen fundamentalmente de la utilización de normas de codificación unificadas a escala internacional, siempre que sean necesarias además de las normas nacionales.

sábado, 9 de mayo de 2020

¿Qué información se necesita? - Datos bibliográficos

El cuarto componente propuesto para GESTIS fue la disposición de información de referencia en forma de documentos bibliográficos, de forma que los datos básicos pudiesen juzgarse con propiedad sobre la base del conocimiento vigente y fuera posible la base de datos bibliográfica (ZIGUV-DOK), con un total de 50.000 referencias en la actualidad, de las que 8.000 versan sobre las sustancias peligrosas.

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viernes, 8 de mayo de 2020

¿Qué información se necesita? - Datos sanitarios


Además de la información relativa a las sustancias y los productos químicos y a los resultados de las medición de las exposiciones, es necesario disponer de datos sobre los efectos para la salud de la exposición real a sustancias peligrosas en el lugar de trabajo. De la mera observación general del potencial de riesgo, del peligro real y de sus efectos, pueden extraerse conclusiones adecuadas respecto a la seguridad en el trabajo a escala empresarial y en contextos más generales.
Por tanto, otro componente de GESTIS es la documentación sobre enfermedades profesionales (BK-DOK), en la que se han registrado todos los casos referidos desde 1975. Para la documentación de las enfermedades profesionales en el área de las sustancias peligrosas es esencial la determinación y el registro inequívocos y correctos de las asociadas con cada caso. En general, esta determinación lleva mucho tiempo, pero la adquisición de conocimientos en materia de prevención es imposible sin una identificación precisa de las sustancias y los productos implicados. Así, en el caso de las enfermedades respiratorias y de la piel, que requieren particularmente una mejora de la comprensión de los posibles agentes causantes, debe dedicarse un esfuerzo especial al registro de la información sobre utilización de sustancias y productos con la mayor exactitud posible.

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jueves, 7 de mayo de 2020

¿Qué información se necesita? - Datos de exposición Parte 3

En la DOK-MEGA, este objetivo se consigue de conformidad con los siguientes criterios de registro de datos y documentación

• adopción de una estrategia de medición normalizada de acuerdo con las Normas técnicas sobre Sustancias Peligrosas (TRGS), documentando en concreto la toma de muestras y la duración de la exposición
• aplicación de procedimientos comparables y fiables en el mues- treo, la medición y el análisis
• clasificación de los valores de medición de acuerdo con el área industrial, el proceso de trabajo o el lugar de trabajo, así como con las actividades de forma sistematizada y codificada (direc- torios de códigos de GESTIS)
• documentación de las condiciones ambientales específicas del proceso y del lugar de trabajo (p. ej., ventilación por extracción localizada) y de las sustancias químicas utilizadas (p. ej., tipo de electrodos empleados en las tareas de soldadura).

El BIA aprovecha su experiencia con DOK-MEGA en un proyecto de investigación con representantes de otras bases de datos nacionales sobre exposición con el objetivo de mejorar la comparabilidad de los resultados de exposición y medición. En concreto, se pretende definir la información esencial que sirva como base de las comparaciones y desarrollar un “protocolo” para la documentación de datos.

miércoles, 6 de mayo de 2020

¿Qué información se necesita? - Datos de exposición Parte 2

Los valores de medición de las exposiciones deben ser representativos, repetibles y compatibles. Los datos sobre exposiciones obtenidos de la vigilancia en el lugar de trabajo en el marco del BGMG se consideran estrictamente “representativos” de la situación específica de cada centro productivo, puesto que la selección de lugares para la medición se efectúa en cada caso de acuerdo con criterios técnicos, no estadísticos. No obstante, la cuestión de la representatividad se plantea cuando los valores medidos correspondientes a un lugar de trabajo idéntico o similar, o incluso a ramas completas de la industria, deben agruparse estadísticamente. En general, los datos determinados como parte de la actividad de vigilancia ofrecen valores medios superiores a los de los datos recogidos inicialmente para obtener una sección cruzada representativa de una rama de la industria. En cada medición, es necesario un registro y una documentación diferenciados del centro productivo, el proceso y los parámetros de muestreo correspondientes, de forma que los valores medidos puedan combinarse de un modo estadísticamente razonable, evaluarse e interpretarse de manera adecuada desde el punto de vista técnico.


martes, 5 de mayo de 2020

¿Qué información se necesita? - Datos de exposición Parte 1

Los datos de exposición (es decir, los valores estimados de las concentraciones de sustancias peligrosas) se obtienen a través de las BG en el marco del sistema de medición de sustancias peligrosas (BGMG 1993), con el fin de llevar a cabo las mediciones obligatorias teniendo en cuenta los valores umbral en el lugar de trabajo. Su documentación es necesaria para considerar el nivel de tecnología al establecer dichos valores, efectuar análisis de riesgos (p. ej., en lo que respecta a la determinación de los riesgos inherentes a las sustancias existentes), realizar estudios epidemiológicos y evaluar las enfermedades profesionales.
Por tanto, los valores determinado como parte de las tareas de vigilancia en el lugar de trabajo se registran en la Documentación relativa a los Datos de Medición sobre Sustancias Peligrosas en el Lugar de Trabajo (DOK-MEGA). Desde 1972, más de 800.000 valores de medición se han obtenido en más de 30.000 empresas. Actualmente, se añaden cada año unos 60.000 de estos valores. Las características específicas del BGMG son la aplicación de un sistema de aseguramiento de la calidad, la inclusión de componentes de educación y formación, el desarrollo de procedimientos normalizados para la toma de muestras y el análisis, la adopción de una estrategia de medición armonizada basada en fundamentos jurídicos y la utilización de instrumentos apoyada por el proceso de datos, la recopilación de información, la garantía de la calidad y la evaluación (Figura 61.9).




lunes, 4 de mayo de 2020

¿Qué información se necesita? - Información esencial sobre sustancias y productos Parte 3

Un rasgo característico de la ZeSP es el suministro de información sobre la manipulación segura de sustancias peligrosas en el lugar de trabajo, incluidas las medidas específicas de prevención y de urgencia. Por otra parte, la ZeSP contiene información exhaustiva sobre medicina del trabajo organizada en un formato detallado, comprensible y relacionado con la práctica
(Engelhard y cols. 1994).

Además de la información orientada a la práctica antes esbozada, es necesario disponer de otros datos en relación con la actividad de los equipos de expertos nacionales e internacionales con el fin de llevar a cabo evaluaciones de los riesgos de las sustancias químicas (p. ej., el Reglamento de la UE sobre las sustancias químicas existentes). En lo que se refiere a la evaluación de riesgos, se requieren datos para la manipulación de sustancias peligrosas, incluidos los relativos a: a) la categoría de utilización de las sustancias o los productos; b) las cantidades empleadas en la producción y en la manipulación, así como el número de personas que trabajan con estas sustancias o se ven expuestos a las mismas, y c) las exposiciones. Esta información puede consultarse en los registros de sustancias peligrosas de los centros de producción, que son obligatorios de conformidad con la legislación europea en la materia, con el fin de poner en común los datos obtenidos a un nivel superior y crear registros sectoriales o generales. Estos instrumentos son cada vez más necesarios para dotar de las referencias pertinentes a los responsables de la adopción de decisiones políticas.

domingo, 3 de mayo de 2020

¿Qué información se necesita? - Información esencial sobre sustancias y productos Parte 2

La recopilación de las FTS en el marco de GESTIS es indispensable para combinar los datos de los productores con la información sobre sustancias independiente de éstos. Para lograr este objetivo se recurre tanto a las actividades de registro de la BG específicas de cada rama, como al desarrollo de un proyecto en colaboración con los productores, que garantizan la disponibilidad de las fichas actualizadas y, en gran parte, en formato de proceso de datos (véase la Figura 61.8) en la base ISI (fichas técnicas de seguridad del sistema de información).
Puesto que en las FTS no suele considerarse adecuadamente la utilización específica de un producto, los especialistas de cada rama de la industria recopilan información sobre grupos de productos (p. ej., lubricantes refrigerantes para la protección en la práctica del trabajo en las fábricas) basándose en la información de los productores y en los datos sobre sustancias. Estos grupos se definen con arreglo a su utilización y a su riesgo químico potencial. La información disponible al respecto es independiente de los datos que suministran los productores sobre la composición de cada producto, ya que ésta se basa en las fórmulas generales de composición. Por lo tanto, el usuario cuenta con el acceso a una fuente de información independiente complementaria aparte de la que le proporcionan las fichas técnicas de seguridad.

sábado, 2 de mayo de 2020

¿Qué información se necesita? - Información esencial sobre sustancias y productos Parte 1

Los hechos contrastados deben constituir la base fundamental. En esencia, se trata de datos sobre sustancias químicas puras basados en el conocimiento científico y en los requisitos legales. El alcance de las materias y de la información en las fichas técnicas de seguridad (FTS), como las definidas por la Unión Europea en la Directiva (UE) 91/155/CEE, se corresponde con los requisitos de la protección del trabajo en los centros de producción y constituye un marco adecuado.

Estos datos se encuentran en la base central de sustancias y productos de GESTIS (ZeSP), una base de datos en línea recopi- lados desde 1987 en la que se ha prestado especial atención a las sustancias y a la cooperación con los servicios públicos de inspección del trabajo (es decir, las bases de datos de los Estados sobre sustancias peligrosas). La información correspondiente sobre productos (mezclas) se establece únicamente en función de los datos válidos relativos a sustancias. En la práctica, se plantea un grave problema ya que, con frecuencia, los productores de las fichas mencionadas no identifican las sustancias pertinentes en las preparaciones. La Directiva de la UE antes referida establece la adopción de mejoras en las fichas técnicas de seguridad y exige una mayor precisión de los datos que figuran en la relación de componentes (dependiendo de los niveles de concentración).


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viernes, 1 de mayo de 2020

EL SISTEMA DE INFORMACION QUIMICA GESTIS: ESTUDIO DE CASO Parte 2

GESTIS consta de cuatro bases de datos esenciales centralizadas en la Asociación de Berufsgenossenschaften y su Instituto para la Seguridad en el Trabajo (BIA), además de sistemas de infor- mación periféricos específicos de cada rama, documentación sobre vigilancia en la medicina del trabajo y conexiones con bases de datos externas.

Los grupos a los que va dirigida la información sobre sustancias peligrosas, como los ingenieros de seguridad y los médicos del trabajo, requieren diversos tipos de la misma y datos específicos para desempeñar su labor. La información destinada a los trabajadores debe ser comprensible y estar relacionada con la manipulación concreta de sustancias. Es posible que los inspectores técnicos necesiten otros datos. Por último, el público en general tiene derecho y está interesado en recibir información sobre la salud en el lugar de trabajo, incluida la identificación y la situación de determinados riesgos y la incidencia de las enfermedades profesionales.
GESTIS debe ser capaz de satisfacer las necesidades de información de los diversos grupos objetivo suministrándoles datos centrados en la práctica.

jueves, 30 de abril de 2020

EL SISTEMA DE INFORMACION QUIMICA GESTIS: ESTUDIO DE CASO

GESTIS, el sistema de información sobre sustancias peligrosas de las Berufsgenossenschaften (BG, compañías de seguros de accidente obligatorios) en Alemania, se presenta en este artículo como un estudio de caso de un sistema de información integrado para la prevención de los riesgos generados por las sustancias y los productos químicos en el lugar de trabajo.
Con la promulgación y la aplicación de la normativa sobre sustancias peligrosas en Alemania a mediados del decenio de 1980, aumentó en gran medida la demanda de datos e información sobre este tipo de sustancias. Esta necesidad debía ser satisfecha directamente por las BG en el marco de sus actividades industriales de asesoramiento y supervisión.
Los especialistas, incluidas las personas que trabajan para los servicios de inspección técnica de las BG, los ingenieros de seguridad en el lugar de trabajo, los médicos del trabajo y las personas que cooperan con los equipos de expertos, requieren datos específicos sobre salud. No obstante, la información relativa a los riesgos químicos y las medidas de seguridad apropiadas no son menos importantes para el personal no especializado que trabaja con productos peligrosos. En las fábricas, la eficacia de las normas de protección laboral es lo que cuenta en última instancia; por tanto, es esencial garantizar que los propietarios, el personal responsable de la seguridad, los trabajadores y, en su caso, los comités de empresa, accedan con facilidad a la información pertinente.
En este contexto, GESTIS fue creado en 1987. La mayoría de las instituciones de las BG habían mantenido individualmente bases de datos durante más de 20 años. En el marco de GESTIS, estas bases se combinaron y completaron con nuevos componentes, incluida una base de datos prácticos sobre sustancias y productos, y sistemas de información específicos de ciertas ramas de la industria. GESTIS se organiza en torno a un eje central y un eje periférico, y dispone de datos exhaustivos sobre y para la industria en Alemania. Se estructura y clasifica con arreglo a las distintas ramas de la industria.

miércoles, 29 de abril de 2020

LOCALIZADO DE CONTAMINANTES ATMOSFERICOS - Ventilación por extracción localizada Parte 8

En ocasiones, la velocidad necesaria en la fuente se denomina “de captación” y suele oscilar entre 0,25 y 2,5 m/s. Las directrices para seleccionar una velocidad de aspiración adecuada figuran en el manual de la ACGIH. En las áreas con un exceso de corrientes cruzadas o en el caso de materiales de toxicidad elevada, debe optarse por el extremo superior de la gama. En cuanto a las partículas, deben aplicarse velocidad de captación superiores.

Alguna campanas pueden configurarse como combinación de modelos de cerramiento, exteriores y receptores. Por ejemplo, la cabina de pintura con pistola pulverizadora mostrada en la Figura 61.4 es un cerramiento parcial y, a la vez, una campana receptora. Se ha diseñado para facilitar una aspiración eficaz de las partículas generadas al aprovechar la velocidad de éstas creada por la muela abrasiva rotante en la dirección de la campana.

Es necesario tener cuidado al seleccionar y diseñar los sistemas de aspiración locales. Debe considerarse: a) la capacidad para aislar la operación; b) las características de la fuente (es decir, concentración frente a dispersión) y el modo en que se genera el contaminante; c) la capacidad de los sistemas de ventilación existentes; d) los requisitos en cuanto a espacio, y e) la toxicidad y la inflamabilidad de los contaminantes.

Una vez instalada la campana, se aplicará un programa de mantenimiento y seguimiento rutinario de los sistemas para garantizar su eficacia en la prevención de la exposición de los trabajadores (OSHA 1993). El control de la campana química de laboratorio estándar está normalizado desde el decenio de 1970. No obstante, no existen procedimientos normalizados afines correspondientes a otras formas de aspiración local; por tanto, el usuario debe establecer uno propio. El más eficaz es el control de flujo continuo. Este puede consistir en un método tan sencillo como la instalación de un indicador magnético de presión de agua que mida la presión estática en la campana (ANSI/AIHA 1993). La presión estática requerida (cm de agua) podrá estimarse sobre la base de los cálculos de diseño, y podrán realizarse mediciones de flujo con ocasión de la instalación para verificarlas. Con independencia de que se adapte un control de flujo continuo o no, debe llevarse a cabo algún tipo de evaluación periódica del rendimiento de la campana. Para ello puede recurrirse a la aplicación de humo que permita visualizar la aspiración o a la medición del flujo total en el sistema y su comparación con el previsto en el diseño. En el caso de los cerramientos, suele resultar conveniente medir la velocidad frontal a través de las aberturas.
Asimismo, el personal debe recibir formación sobre la correcta utilización de estos tipos de campanas, sobre todo en los casos en que la distancia de éstas a la fuente puede ser modificada con facilidad por el usuario.

Si los sistemas de aspiración local se diseñan, instalan y utilizan apropiadamente, pueden constituir un medio eficaz y económico de controlar las exposiciones a sustancias químicas.

martes, 28 de abril de 2020

LOCALIZADO DE CONTAMINANTES ATMOSFERICOS - Ventilación por extracción localizada Parte 7

Relaciones similares son aplicables en las campanas rectangulares y en las de techo altas. Un ejemplo de este último tipo puede observarse en la Figura 61.5.
Las campanas de rendija se utilizan en el control de operaciones que no pueden llevarse a cabo dentro de una campana de contención o debajo de una campana de techo. Son casos característicos de estas operaciones el llenado de barriles, la galvanoplastia, la soldadura y el desengrasado. En las Figuras 61.6 y 61.7 se ofrecen ejemplos de estas actividades. El flujo requerido puede calcularse mediante una serie de ecuaciones determinadas empíricamente en función del tamaño y de la forma de la campana y de la distancia entre ésta y la fuente. Así, en el caso de una campana de rendija con pestaña, el caudal se estima mediante la fórmula

lunes, 27 de abril de 2020

LOCALIZADO DE CONTAMINANTES ATMOSFERICOS - Ventilación por extracción localizada Parte 6

Muchos fabricantes de equipos reco- miendan configuraciones específicas para las campanas de aspiración adecuadas a las unidades que producen. Debe consultárseles para recibir asesoramiento. Las directrices de diseño también se encuentran en el capítulo 3 del manual de la ACGIH (ACGIH 1992). Por ejemplo, en el caso de una autoclave o un horno en los que la distancia entre la campana y la fuente de calor no excede, aproximadamente, de la menor de las magnitudes entre el diámetro de la fuente o 1 m, la campana puede considerarse de techo baja. En estas condiciones, el diámetro o la sección transversal de la columna de aire caliente será prácticamente igual al de la fuente. Por tanto, el diámetro o las dimensiones de los laterales de la campana sólo deben ser superiores en 0,3 m a las de la fuente.

domingo, 26 de abril de 2020

LOCALIZADO DE CONTAMINANTES ATMOSFERICOS - Ventilación por extracción localizada Parte 5

Las primeras se utilizan principalmente en la absorción de gases, vapores y aerosoles emitidos en una dirección con una velocidad que puede aprovecharse para facilitar dicha absorción. En ocasiones, estos dispositivos se denominan campanas “receptoras”. Este tipo suele emplearse cuando el proceso que debe controlarse se desarrolla a temperaturas elevadas, con el fin de aprovechar la corriente aérea ascendente provocada por el calor, o cuando las emisiones se dirigen hacia arriba por la naturaleza del proceso. Son ejemplos de las operaciones que pueden controlarse de este modo las estufas de secado, los hornos de e) la fusión y las autoclaves.


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sábado, 25 de abril de 2020

LOCALIZADO DE CONTAMINANTES ATMOSFERICOS - Ventilación por extracción localizada Parte 4

Con frecuencia, el cerramiento total de la fuente no es posible o no es necesario. En estos casos, puede utilizarse otra forma de aspiración localizada, como una campana exterior o de captura. La primera evita la emisión de materiales tóxicos en el lugar de trabajo mediante su captura o arrastre en la fuente de generación o cerca de la misma, normalmente un puesto de trabajo o una operación incluida en un proceso. El volumen de aire que suele requerirse es considerablemente inferior al necesario en el caso del cerramiento parcial. No obstante, puesto que el contaminante se genera fuera de la campana, ésta debe diseñarse y utilizarse apropiadamente para ser tan eficaz como un cerra- miento parcial. La forma más eficaz de control es un cerra- miento completo.

Para funcionar eficazmente, la entrada de aire de una campana exterior debe tener un diseño geométrico adecuado y situarse cerca del lugar de emisión de sustancias químicas. La distancia de separación dependerá del tamaño y de la forma de la campana y de la velocidad del aire necesaria en la fuente de generación para capturar el contaminante y atraerlo hacia la campana. En general, cuanto más cerca de la fuente de generación, mejor. Las velocidades de los modelos frontales y de rendija suelen oscilar entre 0,25 y 1,0 y 5,0 y 10,0 m/s, respectivamente. Se ofrecen numerosas directrices en cuanto al diseño de este tipo de campanas de aspiración en el capítulo 3 del manual de la ACGIH (ACGIH 1992) y en Burgess, Ellenbecker y Treitman (1989). Dos tipos de campanas exteriores de aplicación frecuente son las de “techo” y las de “rendija”.

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viernes, 24 de abril de 2020

LOCALIZADO DE CONTAMINANTES ATMOSFERICOS - Ventilación por extracción localizada Parte 3

Muchos diseños de cerramiento se evalúan en la práctica y, si se demuestra su eficacia, son incluidos como prototipos en el manual de ventilación industrial de la Conferencia Americana de Higienistas Industriales del Gobierno (ACGIH 1992).


jueves, 23 de abril de 2020

LOCALIZADO DE CONTAMINANTES ATMOSFERICOS - Ventilación por extracción localizada Parte 2

En cerramientos complejos, deben extremarse las precauciones para garantizar que el flujo de salida se distribuye homogéneamente en todo su interior, sobre todo si las aberturas se encuentran repartidas.



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miércoles, 22 de abril de 2020

LOCALIZADO DE CONTAMINANTES ATMOSFERICOS - Ventilación por extracción localizada


La forma más eficaz y rentable de control de contaminantes es la VEL. Consiste en la captura del contaminante químico en su fuente de generación. Hay tres tipos de sistemas de VEL:
1. cerramientos;
2. campanas exteriores,
3. campanas receptoras.

Los cerramientos constituyen la forma de VEL preferible. Se diseñan fundamentalmente para contener los materiales que se generan en su interior. Cuanto más completos sean, mejor será la retención del contaminante. Los cerramientos completos son los que carecen de aberturas. Son ejemplos de este tipo las cajas de manipulación con guantes, las cámaras de chorreo abrasivo y las cámaras de almacenamiento de gases tóxicos (véanse las Figuras 61.1, 61.2 y 61.3). En los cerramientos parciales, uno o varios lados están abiertos, pero la fuente se mantiene en su interior. Son ejemplos de este tipo de cerramientos las cabinas de pintura con pistola pulverizadora (véase la Figura 61.4) y una campana de laboratorio. A menudo, puede parecer que el diseño de los cerramientos responde más a fines artísticos que a criterios cien- tíficos. El principio básico es diseñar campanas con las aberturas más reducidas posibles. El caudal de aire requerido suele basarse en el área del conjunto de aperturas y en el mantenimiento de una velocidad del flujo de aire al pasar por éstas que oscile entre 0,25 y 1,0 m/s. La velocidad de control elegida dependerá de las características de la tarea, incluida la temperatura y las condiciones en que el contaminante es liberado y dispersado.


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martes, 21 de abril de 2020

LOCALIZADO DE CONTAMINANTES ATMOSFERICOS - Equipos de protección personal

Los equipos de protección personal (EPP) se consideran la última línea de defensa en el control de la exposición de los trabajadores. Comprenden la utilización de dispositivos respiratorios y ropa protectora. Suelen combinarse con otras prácticas de control, en particular con el fin de reducir al mínimo los efectos de emisiones o accidentes imprevistos. Estas cuestiones se analizar con mayor detenimiento en el capítulo dedicado a la protección personal.

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lunes, 20 de abril de 2020

LOCALIZADO DE CONTAMINANTES ATMOSFERICOS - Prácticas de trabajo


El control de las prácticas de trabajo comprende la supervisión de los métodos que emplean los trabajadores para llevar a cabo las distintas tareas y de la medida en que se atienen a los procedimientos correctos. En esta Enciclopedia se ofrecen diversos ejemplos de este procedimiento de control al analizar procesos generales o específicos. Al abordar conceptos generales como la educación y la formación, los principios de gestión y los sistemas de ayuda social se examina la importancia de las prácticas de trabajo en el control de las exposiciones.



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domingo, 19 de abril de 2020

LOCALIZADO DE CONTAMINANTES ATMOSFERICOS - Ventilación


Habitualmente se emplean dos tipos de ventilación aspirante para reducir al mínimo los niveles de exposición a contaminantes atmosféricos. El primero se denomina ventilación general o por dilución. El segundo se conoce como control de la fuente o ventilación por extracción localizada (VEL) y se analiza con mayor detalle más adelante en el presente artículo.

Estos dos tipos no deben confundirse con la ventilación de climatización, cuyo fin principal es el suministro de cantidades medidas de aire externo para respirar y mantener una temperatura y una humedad específicas. En otros artículos de esta Enciclopedia se analizan diversas formas de ventilación.

sábado, 18 de abril de 2020

LOCALIZADO DE CONTAMINANTES ATMOSFERICOS - Aislamiento

El principio de aislamiento consiste en eliminar o reducir el riesgo mediante la separación del proceso emisor de contaminantes del trabajador. Para ello, puede optarse por el cerramiento total del proceso o por su localización a una distancia de seguridad de las personas. No obstante, estas opciones pueden exigir la operación y/o el control remoto del proceso. El aislamiento resulta especialmente útil en las tareas que requieren pocos trabajadores y cuando el control por otros medios es difícil. Otra posibilidad consiste en efectuar las operaciones peligrosas en turnos poco concurridos para limitar el número de trabajadores expuestos. En ocasiones, la utilización de esta técnica no elimina la exposición, pero reduce la cantidad de personas afectadas.

viernes, 17 de abril de 2020

Sustitución


Este principio consiste en eliminar o reducir el riesgo mediante la sustitución por materiales inocuos o menos tóxicos o el rediseño del proceso para impedir la fuga de contaminantes en el lugar de trabajo. En teoría, las sustancias químicas sustitutas no serán tóxicas y el rediseño del proceso evitará plenamente la exposición. No obstante, puesto que estos objetivos no siempre son alcanzables, se recurrirá a otros controles incluidos en la jerarquía referida.
Deben extremarse las precauciones para asegurar que la sustitución no de lugar a una situación de mayor riesgo. Aunque aquí se analiza el peligro de toxicidad, la inflamabilidad y la reactividad química de los sustitutos también deben considerarse al valorar el riesgo.

jueves, 16 de abril de 2020

METODOS PARA EL CONTROL • LOCALIZADO DE CONTAMINANTES ATMOSFERICOS

En general, los profesionales de la salud en el trabajo han confiado en la siguiente jerarquía de técnicas de control para eliminar o minimizar las exposiciones de los trabajadores: sustitución, aislamiento, ventilación, prácticas de trabajo, y ropas y equipos de protección personal. Suele aplicarse una combinación de dos o más de estas técnicas. Aunque en este artículo se analiza fundamentalmente la utilización de los métodos de ventilación, los demás planteamientos se refieren brevemente. No deben pasarse por alto al intentar controlar la exposición a sustancias químicas mediante la ventilación.

El profesional de la salud en el trabajo siempre debe considerar el concepto de la cadena fuente–medio–receptor. El objeto de atención principal será el control de la fuente, y al control del medio se concederá una importancia secundaria. El control del receptor debe considerarse como el último recurso. Ya sea en las fases de inicio o diseño de un proceso o durante la evaluación de un proceso existente, el procedimiento de control de la exposición a contaminantes atmosféricos debe comenzar en la fuente y avanzar hasta el receptor. Es probable que la totalidad o la mayor parte de estas estrategias de control deban ser utilizadas.

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miércoles, 15 de abril de 2020

Materiales incompatibles Parte 2

Evitar que dos materiales incompatibles se mezclen debido a la rotura simultánea de recipientes adyacentes o la fuga de vapores de botellas próximas entre sí es sencillo: los recipientes deben mantenerse separados. No obstante, en primer lugar es necesario identificar el par incompatible; esta tarea no siempre es sencilla u obvia. Para reducir al mínimo la posibilidad de pasar por alto un par incompatible, debe consultarse y hojearse de vez en cuando compendios sobre la cuestión para familiarizarse con los ejemplos menos conocidos. Para prevenir el contacto por fuga o rotura entre una sustancia química y el material incompatible con el que esté construido el estante en el que se apoya su recipiente, se colocará éste en un depósito de vidrio con la capacidad suficiente para dar cabida a la totalidad de su contenido.
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martes, 14 de abril de 2020

Materiales incompatibles Parte 1

Son incompatibles dos sustancias que, al entrar en contacto o mezclarse, generan un efecto dañino o potencialmente dañino. Los dos miembros de un par incompatible pueden ser sustancias químicas, o una sustancia química y un material de construcción como la madera o el acero. La mezcla o el contacto de dos materiales incompatibles da lugar a una reacción química o a una interacción física que genera una gran cantidad de energía. Los efectos perniciosos específicos o potenciales de estas combinaciones, que pueden provocar en última instancia accidentes graves o daños para la salud, incluyen la liberación de grandes cantidades de calor, incendios, explosiones, producción de gases inflamables y generación de gases tóxicos.

Puesto que en un laboratorio suele encontrarse una amplia gama de sustancias, la existencia de incompatibilidades entre ellas es muy habitual y representa un riesgo para la vida y la salud si no se tratan correctamente.

Rara vez se mezclan deliberadamente materiales incompatibles. Normalmente, su combinación es el resultado de una rotura accidental simultánea de dos recipientes adyacentes. En ocasiones, se debe a fugas o pérdidas, o a la mezcla de gases o vapores procedentes de botellas cercanas entre sí. Aunque en muchos de los casos en que se combinan dos elementos incompatibles los efectos perjudiciales pueden observarse con facilidad, al menos en uno de ellos, la detección de la formación de un tóxico crónico no resulta tan sencilla. Es el caso que consiste en la reacción del gas formaldehído derivado de la formalina al 37 % con el cloruro de hidrógeno desprendido del ácido clorhí- drico concentrado, que da lugar a la formación del potente cancerígeno bis(clorometil) éter. Otros casos de efectos de detec- ción no inmediata consisten en la generación de gases inodoros e inflamables.

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lunes, 13 de abril de 2020

Prevención de lesiones - Prevención de incendios y explosiones y extinción de incendios. Parte 2

La mayoría de incendios relacionados con sustancias químicas o disolventes que se producen en el laboratorio y son de una magnitud moderada pueden apagarse con extintores de dióxido de carbono o de polvo. Los laboratorios deben equiparse con uno o varios extintores de cualquiera de los dos tipos, dependiendo de su tamaño. Ciertos incendios especiales exigen la aplicación de otros agentes extintores. Muchos incendios en los que se queman metales se apagan con arena o grafito. La ignición de hidruros metálicos requiere el empleo de grafito o caliza en polvo.
Cuando se prenden ropas en un laboratorio, las llamas deben apagarse con rapidez para reducir al mínimo las lesiones
producidas por las quemaduras térmicas. Una manta colgada en la pared con la que envolver a la víctima extingue este tipo de fuegos con eficacia. Puede utilizarse para sofocar las llamas por la persona cuyas ropas han prendido. También es posible emplear las duchas de seguridad para resolver este tipo de problemas. Existen límites respecto al volumen total de líquidos inflamables que pueden almacenarse en condiciones de seguridad en cada laboratorio. Estos límites, generalmente estipulados en las normativas locales contra incendios, son variables
y dependen de los materiales de construcción de la instalación y de su equipación con un sistema de extinción de incendios automático. Suelen oscilar entre los 55 y los 135 litros.
El gas natural suele suministrarse a través de varias válvulas localizadas en diversas partes de un laboratorio convencional. Estos accesos constituyen las fuentes más comunes de fuga, junto con los tubos de goma y los quemadores a los que están conectados. Estos escapes, cuando no se detectan poco después de su inicio, provocan explosiones graves. Los detectores de gas, diseñados para indicar el nivel de concentración de éste en el aire, pueden utilizarse para localizar el origen de la fuga con rapidez. Prevención de lesiones debidas a diversas fuentes. Los daños provocados por la caída de botellas de gas a alta presión de gran tamaño, una de las causas de accidente más habituales de las comprendidas en este grupo, pueden evitarse con facilidad atando o encadenando firmemente estos recipientes a una pared
o un banco de trabajo del laboratorio y tapando todas las botellas vacías no utilizadas.
La mayoría de las lesiones provocadas por los fragmentos cortantes de tubos de cristal se producen por la rotura de éstos al colocarles corchos o tapones de caucho. Para prevenirlas, debe recurrirse a la lubricación del tubo con glicerol y a la protección de las manos con guantes de trabajo de cuero.

domingo, 12 de abril de 2020

Prevención de lesiones - Prevención de incendios y explosiones y extinción de incendios. Parte 1

La causa principal de incendio en un laboratorio es la ignición accidental de líquidos inflamables. En lo que respecta a la seguridad contra incendios, éstos se definen como aquellos líquidos con puntos de inflamación inferiores a 36,7 ºC. Las fuentes de ignición que provocan este tipo de suceso consisten en llamas desnudas, superficies calientes, chispas eléctricas generadas por interruptores y motores que forman parte de equipos como agitadores, frigoríficos domésticos y ventiladores eléctricos, y chispas producidas por electricidad estática. La ignición de un líquido inflamable no se produce en el líquido en sí, sino sobre éste, en la mezcla de sus vapores con el aire (cuando la concentración de vapor se encuentra entre ciertos límites superiores e inferiores).

La prevención de incendios en un laboratorio se basa en la retención completa de los vapores de líquidos inflamables en los recipientes que los contienen o en los aparatos en que son utilizados. Si esta retención completa no es posible, el coeficiente de fuga debe minimizarse en la medida de lo posible y debe suministrarse una corriente de aire continua y potente para eliminar dichos vapores, de forma que pueda mantenerse su concentración en todo momento muy por debajo del límite inferior de concentración crítica. Estos objetivos se cumplen cuando las reacciones en las que intervienen líquidos inflamables se llevan a cabo en campanas de humos y cuando los bidones que contienen estos líquidos se almacenan en cámaras con salida a un aparato aspirador.

Una práctica particularmente insegura es el almacenamiento de líquidos inflamables como el etanol en frigoríficos de tipo doméstico. Estos aparatos no mantienen los vapores generados lejos del contacto con las chispas generadas por sus interruptores, motores y relés. Por tanto, nunca deben conservarse recipientes de líquidos inflamables en este tipo de frigoríficos. Esta afirmación es especialmente válida en el caso de los recipientes y bandejas abiertos que contienen dichos líquidos. No obstante, incluso las botellas con tapones de rosca, guardadas en estos frigoríficos, han causado explosiones, supuestamente por la fuga de vapores a través de un cierre defectuoso o por la rotura de estos recipientes. Los líquidos inflamables que requieren refrigeración sólo se almacenarán en frigoríficos a prueba de explosiones.
Las chispas producidas por la acumulación de carga eléctrica debida al movimiento de un fluido constituyen un factor signifi- cativo causante de incendios, que actúa cuando se vierten o sifonan grandes cantidades de líquido inflamable de un bidón a otro. Este tipo de generación de chispas puede evitarse mediante la utilización de bidones con toma de tierra para descarga eléctrica.

sábado, 11 de abril de 2020

Prevención de lesiones - Protección contra la intoxicación y las quemaduras químicas. Parte 2

La vía boca–estómago–intestinos suele estar relacionada con la intoxicación más que con el ataque de sustancias corrosivas. La ingestión de materiales tóxicos suele producirse de manera inconsciente a través de la contaminación química de alimentos o cosméticos. Las fuentes de esta contaminación son los alimentos almacenados en frigoríficos junto con sustancias químicas, los que se consumen en el laboratorio y las barras de labios que se guardan o aplican en este tipo de instalación. La prevención en estos casos consiste en evitar las prácticas que los provocan, por ejemplo, utilizando ciertos frigoríficos exclusiva- mente para la conservación de alimentos y reservando lugares para comer fuera del laboratorio.

En lo que respecta a intoxicaciones y quemaduras químicas, la vía nariz–bronquios–pulmones, se ve afectada exclusivamente por las sustancias en suspensión en el aire, ya sea en forma de gases, vapores, polvo o neblina. Estos materiales pueden mantenerse alejados del sistema respiratorio de los trabajadores dentro y fuera del laboratorio mediante la práctica simultánea de: a) limitar la realización de las operaciones que los producen a las campanas de humos; b) ajustar el suministro de aire del labora- torio, de forma que la atmósfera en éste se renueve de 10 a 12 veces por hora, y c) mantener una presión atmosférica negativa en el laboratorio respecto a los pasillos y las salas que lo rodean. Las tareas que producen humo o polvo y exigen la utilización de aparatos muy voluminosos o recipientes del tamaño de un bidón de 218 litros, que son demasiado grandes para su utilización en una campana de humos ordinaria, deben llevarse a cabo en salas especiales dotadas de este tipo de sistemas de extracción. En general, los respiradores o los aparatos de respiración autónomos no deben emplearse en tareas de laboratorio que no tengan un carácter de emergencia.

La intoxicación crónica por mercurio, debida a la inhalación de vapores de este material, ocurre ocasionalmente en los laboratorios. Se produce cuando el mercurio acumulado en un lugar oculto (debajo del revestimiento del suelo, en cajones o en un armario) ha emitido vapores durante un período de tiempo suficiente para afectar a la salud del personal. Un servicio de mantenimiento adecuado evitará este problema. Si se sospecha de la existencia de una fuente de mercurio oculta, debe comprobarse si este elemento está presente en la atmósfera del laboratorio mediante la utilización de un detector especial diseñado al efecto
o la remisión de una muestra de aire para su análisis.


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viernes, 10 de abril de 2020

Prevención de lesiones - Protección contra la intoxicación y las quemaduras químicas.

Para mejorar la protección contra la contaminación de la piel debida al rociado de un determinado líquido corrosivo o la presencia de un sólido tóxico en suspensión en el aire, es conveniente utilizar guantes de seguridad y un peto de laboratorio realizados en goma o polímeros naturales o sintéticos apropiados. Por apropiado se entiende un material que no se disuelva, ni se hinche ni sufra ninguna otra modificación debida a la acción de la sustancia de la que debe proteger, ni sea permeable a la misma. La utilización de una pantalla de seguridad en la mesa de trabajo del laboratorio, interpuesta entre los aparatos en los que las sustancias químicas se calientan, reaccionan o se destilan y el investigador es una medida de salva- guarda adicional contra las quemaduras químicas y la intoxicación por contaminación de la piel. Puesto que la velocidad con que se elimina una sustancia corrosiva o tóxica de la piel constituye un factor esencial en la prevención o la minimización de los daños que ésta puede provocar, una ducha de seguridad, ubicada en un lugar adecuado en el laboratorio, es un componente indispensable del equipo de seguridad.
Los ojos pueden protegerse mejor de las salpicaduras de líquido mediante el empleo de gafas de montura ajustada y de máscaras faciales. Entre los contaminantes atmosféricos, además de los gases y vapores, figuran los sólidos y los líquidos cuando se presentan subdivididos en pequeñas partículas en forma de polvo o rocío. La forma más eficaz de evitar su contacto con los ojos consiste en trabajar en una campana de humos o en una caja de manipulación con guantes, si bien las gafas de montura ajustada también ofrecen cierta protección en estos casos. Las gafas pueden utilizarse para mejorar la protección al emplear la campana. La presencia de fuentes para el lavado de ojos de fácil acceso en el laboratorio suele eliminar y reduce sin lugar a dudas los daños en esta parte del cuerpo provocados por la contaminación que generan las salpicaduras de sustancias corrosivas y tóxicas.

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jueves, 9 de abril de 2020

Prevención de lesiones - Prevención de quemaduras químicas e intoxicaciones agudas frente a la prevención de intoxicaciones crónicas


Aunque el planteamiento básico de aislar la sustancia peligrosa de la persona que debe protegerse es el mismo en la prevención de intoxicaciones agudas, quemaduras químicas e intoxicaciones crónicas, su aplicación debe diferir en cierta medida en este último caso. Mientras que los dos primeros pueden compararse con un ataque masivo en una guerra, el envenenamiento crónico se asemeja a un asedio. Suele deberse a la actuación de concentraciones muy inferiores que ejercen su influencia a través de múltiples exposiciones a lo largo de amplios períodos de tiempo, y sus efectos comienzan a acusarse de manera gradual e insidiosa mediante una acción sostenida y sutil. La adopción de medidas correctivas exige, en primer lugar, la detección de la sustancia química capaz de provocar la intoxicación crónica antes de la aparición de los síntomas y el reconocimiento de uno o varios aspectos del malestar de un trabajador como posibles síntomas físicos debidos a la misma. Si se sospecha la existencia de una intoxicación crónica, debe procurarse atención médica con prontitud. Cuando se detecta un tóxico de este tipo en una concentración que excede o se aproxima al nivel admisible, deben emprenderse las acciones necesarias para eliminarlo o, al menos, reducir su concentración hasta alcanzar un nivel seguro. La prevención de la intoxicación crónica suele exigir el empleo de los equipos de protección durante toda la jornada de trabajo o gran parte de la misma; no obstante, por razones de comodidad, el uso de una caja de manipulación con guantes o un aparato de respiración autónomo no siempre es factible.

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miércoles, 8 de abril de 2020

Prevención de lesiones -Prevención de intoxicaciones y quemaduras químicas.

Las intoxicaciones y las quemaduras químicas poseen una característica en común: comparten los mismos lugares de acceso o ataque: a) la piel; b) los ojos; c) de la boca al estómago y los intestinos, y d) de la nariz a los bronquios y los pulmones. La prevención consiste en lograr que estas zonas sean inaccesibles para las sustancias tóxicas o corrosivas. Para conseguirlo, deben colocarse una o varias barreras físicas entre la persona protegida y la sustancia peligrosa o garantizar que la atmósfera del laboratorio no esté contaminada. Los procedimientos en los que se utilizan estos métodos incluyen el trabajo detrás de una pantalla de seguridad, el empleo de una campana de ventilación o la combinación de ambos sistemas. Obviamente, la utilización de una caja de manipulación con guantes ofrece una protección doble. La minimización de los daños de la lesión, en caso de que se produzca una contaminación de tejidos, se consigue mediante la eliminación de la sustancia tóxica o corrosiva con la mayor rapidez y exhaustividad posible.

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martes, 7 de abril de 2020

Prevención de lesiones - Sesiones de seguridad y divulgación de información.

La prevención de lesiones depende simultáneamente de la ejecución de las tareas propias de un laboratorio de un modo seguro y prudente y de la formación impartida a los trabajadores sobre la metodología correcta que debe seguirse en este tipo de instalación. Aunque hayan iniciado esta formación en la enseñanza preuniversitaria y universitaria, su capacitación debe completarse y consolidarse mediante la celebración periódica de sesiones de seguridad. En éstas, además de hacer hincapié en la comprensión de las bases físicas y biológicas de una práctica segura en el laboratorio, debe capacitarse al personal para rechazar con facilidad procedimientos cuestionables y seleccionar los métodos técnicamente aconsejables de una manera natural. En las sesiones también se instruirá a los trabajadores sobre los tipos de datos necesarios para diseñar procedimientos seguros y las fuentes de esta información.
Asimismo, se facilitará su acceso directo, desde sus lugares de trabajo, a la información técnica y de seguridad pertinente. Se les proporcionarán materiales como manuales de seguridad en el laboratorio, fichas de información químicas e informes toxicológicos y de riesgo de incendios.

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lunes, 6 de abril de 2020

Causas de enfermedad y lesión en el laboratorio - Lesiones en el laboratorio debidas a otras causas.

Un tercer tipo de lesiones no son provocadas ni por la acción de las sustancias químicas ni por la combustión. Por el contrario, se deben a la acción de otros factores diversos: mecánicos, eléctricos, fuentes de luz de alta energía (ultravioleta y láseres), quemaduras térmicas por contacto con superficies calientes, explosiones repentinas de recipientes químicos de cristal tapados con tapones metálicos roscados debidas al aumento inesperado de presiones internas de gases elevadas, heridas debidas al contacto con un borde afilado de un tubo de cristal recién roto. Entre las fuentes de lesión de origen mecánico más graves se cuentan las botellas altas de gas a alta presión que se inclinan y acaban cayendo al suelo. Este tipo de sucesos pueden dar lugar a la lesión de piernas y pies; además, si la parte central de la botella se rompe en la caída, ésta, impulsada por el escape de gas rápido, masivo e incontrolado, se convierte en un misil letal sin dirección y en una fuente potencial de daños más graves y generalizados.


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domingo, 5 de abril de 2020

Causas de enfermedad y lesión en el laboratorio - Lesiones debidas a incendios o explosiones.

Los incendios y las explosiones pueden provocar quemaduras térmicas. No obstante, algunas de las lesiones causadas por las explosiones son muy características de este tipo de accidente; son generadas por la fuerza de choque de la detonación en sí o por algunos de sus efectos, como el lanzamiento de fragmentos de cristal, causando la pérdida de dedos o de miembros en el primer caso y los desgarros de la piel y la pérdida de visión en el segundo.

sábado, 4 de abril de 2020

Causas de enfermedad y lesión en el laboratorio - Ataque de las sustancias químicas al organismo.

 Estos ataques tienen lugar cuando los tóxicos son absorbidos por el organismo e interfieren en su funcionamiento ordinario mediante la perturbación del metabolismo u otros mecanismos. Las quemaduras químicas o las grandes destrucciones de tejido suelen producirse por contacto con ácidos o álcalis fuertes. Los materiales tóxicos que han penetrado en el organismo mediante absorción a través de la piel, los ojos o las membranas mucosas, ingestión o inhalación, pueden provocar una intoxicación generalizada, normal- mente debido a su propagación a través del sistema circulatorio. Existen dos tipos generales de intoxicación: aguda y crónica. La primera se caracteriza por la aparición de efectos perniciosos durante o justo después de una exposición específica a una sustancia tóxica. La segunda se hace evidente sólo con el paso del tiempo, y puede demorarse semanas, meses, años o incluso decenios. Se dice que la intoxicación crónica ocurre cuando se cumplen las condiciones siguientes: la víctima ha sido objeto de múltiples exposiciones durante períodos de tiempo prolongados y ha estado en contacto con cantidades metabólicamente significativas de un tóxico crónico.
Las quemaduras químicas, que suelen acaecer cuando sustancias líquidas corrosivas se derraman o salpican la piel o los ojos, también se producen cuando estos tejidos entran en contacto con sólidos corrosivos, cuyo tamaño oscila entre partículas de polvo y cristales de considerable tamaño, con líquidos corrosivos nebulizados en el aire, o con gases corrosivos como el cloruro de hidrógeno. Los bronquios, pulmones, lengua, garganta y epiglotis pueden sufrir asimismo la acción de sustancias químicas corrosivas en estado gaseoso, líquido o sólido. Obvia- mente, las sustancias químicas tóxicas también pueden introducirse en el organismo en cualquiera de estos tres estados físicos, y en forma de polvo o líquido nebulizado.

viernes, 3 de abril de 2020

Causas de enfermedad y lesión en el laboratorio

Las medidas de prevención de las lesiones personales, las enfermedades y la ansiedad constituyen una parte esencial de los planes de funcionamiento ordinario de un laboratorio adecuadamente gestionado. Entre las personas afectadas por la falta de seguridad y de higiene en este tipo de instalación figuran no sólo los que trabajan en la misma, sino también el personal ubicado en lugares cercanos y las personas que prestan servicios mecánicos y de vigilancia. Puesto que las lesiones personales en los laboratorios se deben en gran medida a un contacto inapropiado entre las sustancias químicas y las personas, a una mezcla inadecuada de estas sustanciasoa un suministro incorrecto de energía a las mismas, la protección de la salud exige la prevención de tales interacciones no deseadas. La consecución de este objetivo requiere, a su vez, una conservación adecuada de dichas sustancias, una combinación pertinente de las mismas y una regulación exhaustiva de la energía que se les proporciona. Los tipos principales de lesión personal en un laboratorio son la intoxicación, las quemaduras químicas, y las derivadas de incendios o explosiones. Este tipo de accidentes provocan quemaduras térmicas, laceraciones, conmociones y otros daños corporales graves.


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jueves, 2 de abril de 2020

HIGIENE EN EL LABORATORIO - Creación de un laboratorio seguro y sano Parte 4

Asimismo, debe aplicarse un sistema de archivo de registros de actividades relacionadas con la seguridad. No es necesario que esté presente en el laboratorio o que sea de acceso inmediato para sus trabajadores. Los registros son de utilidad fundamentalmente para el personal encargado de supervisar la seguridad y la higiene química en el laboratorio y para su examen por los inspectores del organismo regulador correspondiente. Por tanto, deben ponerse a disposición con facilidad y mantenerse actualizados. Es aconsejable que los archivos se conserven fuera del laboratorio, con el fin de reducir la posibilidad de su destrucción en caso de incendio. Entre los documentos archivados deberán figurar: los informes de las inspecciones efectuadas por el comité de seguridad, los informes de las inspecciones llevadas a cabo por organismos reguladores locales como departamentos de bomberos y entidades estatales y federales, los registros relativos a la evacuación de desechos peligrosos, los registros de los impuestos exigidos respecto a diversos tipos de desechos peligrosos, en su caso, una segunda copia del inventario de sustancias químicas presentes en el laboratorio, y copias de otros documentos pertinentes relacionados con la instalación y con su personal (p. ej., los registros de asistencia del personal a la sesiones anuales de seguridad en el laboratorio).



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miércoles, 1 de abril de 2020

HIGIENE EN EL LABORATORIO - Creación de un laboratorio seguro y sano Parte 3

Estas sustancias, cuando no se manipulan correctamente, pueden causar sin dificultad accidentes importantes que den lugar a lesiones graves, pérdidas de vidas o grandes daños materiales. Es necesario extremar las precauciones al utilizarlas. En esta clase se incluyen el tetracarbonilo de níquel (un líquido volátil extremadamente tóxico, cuyos vapores han sido letales en concentraciones tan bajas como 1 ppm) y el trietilaluminio (un líquido que prende espontáneamente al exponerse al aire y reacciona explosivamente con el agua).

Una de las tareas más importantes del comité de seguridad es redactar el plan de higiene química y seguridad del laboratorio, un documento exhaustivo en el que se describe con detalle su política en la materia y los procedimientos normalizados para llevar a cabo las operaciones del laboratorio y cumplir las obligaciones reglamentarias; se incluyen aquí las directrices sobre utilización de las sustancias comprendidas en cualquiera de las tres categorías de riesgo, inspección del equipo de seguridad y actuación en caso de vertido químico, la política de gestión de residuos químicos, las normas relativas a la calidad del aire y los registros exigidos por las disposiciones vigentes. El plan debe conservarse en el laboratorio y, en caso contrario, será de fácil acceso para todos los miembros de su plantilla. Otras fuentes de información impresa son las fichas de información química
[denominadas asimismo fichas técnicas de seguridad (FTS)], el manual de seguridad del laboratorio, los datos toxicológicos y la información sobre el riesgo de incendio. El inventario de sustancias químicas del laboratorio y las tres listas derivadas asociadas (clasificación en función de la clase química, el tipo de seguridad respecto a incendios y los tres grados de riesgo) también debe estar a disposición junto con las referencias anteriores.

martes, 31 de marzo de 2020

HIGIENE EN EL LABORATORIO - Creación de un laboratorio seguro y sano Parte 2

Toda sustancia química se incluye en una de las tres clases siguientes con arreglo a la magnitud del riesgo asociado en cada caso:
1. sustancias de riesgo ordinario;
2. sustancias de alto riesgo,
3. materiales extremadamente peligrosos.

Las sustancias de riesgo ordinario son aquellas relativamente fáciles de controlar, bien conocidas por el personal del labora- torio, que no generan riesgos poco habituales. En esta clase se incluyen desde las sustancias inocuas como el bicarbonato de sodio y la sacarosa, hasta el ácido sulfúrico concentrado, el etilenglicol y el pentano.
Las sustancias incluidas en la segunda clase generan riesgos mucho mayores que las comprendidas en la primer grupo. Exigen una manipulación especial y, en ocasiones, vigilancia, y se caracterizan por presentar un grave riesgo de incendio o explosión y para la salud. En este grupo figuran las sustancias químicas que forman compuestos inestables y explosivos en reposo (p. ej., hidroperóxidos formados por éteres), las que poseen toxicidades agudas (p. ej., el fluoruro de sodio, con una toxicidad oral en ratones de 57 mg/kg) y las que poseen toxicidades crónicas como los cancerígenos, los mutágenos o los teratógenos. Los elementos de este grupo presentan a menudo el mismo tipo de riesgo que los incluidos en el siguiente. La diferencia es de grado: las sustancias del grupo 3, materiales extremadamente peligrosos, generan riesgos más intensos, su magnitud es mucho mayor o sus efectos perniciosos se producen con mayor facilidad.


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lunes, 30 de marzo de 2020

HIGIENE EN EL LABORATORIO - Creación de un laboratorio seguro y sano


Un laboratorio sólo puede ser seguro e higiénico si las prácticas y los procedimientos de trabajo aplicados lo son igualmente. La forma de fomentar esta actitud consiste, en primer lugar, en asignar la responsabilidad y la competencia en materia de seguridad e higiene química a un director con autoridad en la materia que, en colaboración con un comité de seguridad del personal del laboratorio, decida qué tareas deben llevarse a cabo y asigne las competencias correspondientes a cada una.

Las labores específicas de dicho comité consisten en efectuar inspecciones periódicas y resumir los resultados en un informe remitido al director de seguridad. Estas inspecciones se realizarán de acuerdo con una lista de comprobación. Otro aspecto importante de la gestión de la seguridad son las inspecciones regulares del equipo utilizado para mantenerla, cuyo objetivo es garantizar que todos sus componentes se encuentran en buenas condiciones de funcionamiento y están ubicados en los lugares designados. Antes de completar esta actividad, debe llevarse a cabo un inventario anual de todos los equipos de seguridad, que comprenderá una descripción breve y la referencia al tamaño o la capacidad y al fabricante. Igualmente importante es el inventario semestral de todas las sustancias químicas del laboratorio, incluidos los productos patentados. Se clasificarán en grupos de sustancias químicamente similares y, además, en función de su riesgo de incendio. Otro criterio de clasificación de seguridad esencial depende del grado de riesgo asociado con cada sustancia, ya que el tratamiento que se le asigna está relacionado directamente con el daño que puede provocar y la facilidad con que éste se genera

domingo, 29 de marzo de 2020

Práctica segura para usuarios Parte 4

 El acetileno sólo se empleará a una presión correctamente reducida.
• Los disipadores de llamas sólo se aplicarán en líneas de acetileno cuando este gas se utilice con aire comprimido u oxígeno.
• Al emplear equipos de soldadura por llama de gas, se dispondrá de extintores de incendios y guantes de protección contra el calor.
• Las botellas de gas líquido deben almacenarse y utilizarse en posición vertical.
• Los gases tóxicos e irritantes, como el cloro, deben ser manipulados únicamente por operarios bien informado dotados de equipos de seguridad personal.
• Las botellas no identificadas no se almacenarán. Las instalaciones fijas, con las botellas de gas conectadas en centrales suministradoras separadas, son más seguras cuando se utilizan gases con regularidad.

viernes, 27 de marzo de 2020

Práctica segura para usuarios Parte 3

• Las llaves para válvula sueltas deben colocarse en su lugar cuando la botella esté siendo utilizada.
• Las válvulas deben mantenerse cerradas cuando la botella no sea utilizada.
• Las botellas o los equipos conectados a las mismas deben reti- rarse de espacios restringidos cuando no sean utilizados (incluso durante pausas breves).
• Debe comprobarse el contenido de oxígeno de la atmósfera de trabajo y, si es posible, el de gases inflamables, antes de acceder
a espacios restringidos y durante períodos de trabajo prolongados.
• Debe tenerse en cuenta que los gases pesados pueden concen- trarse en áreas inferiores y que su eliminación mediante venti- lación puede resultar difícil.
• Las botellas deben protegerse contra la contaminación de equipos con presión interior, ya que el reflujo de otros gases puede dar provocar accidentes graves. Deben utilizarse válvulas de retención adecuadas, dispositivos de bloqueo y descarga y otros mecanismos afines.
• Las botellas vacías deben devolverse al encargado de su llenado con las válvulas cerradas y las tapas en su sitio. Siempre debe mantenerse una pequeña presión residual para evitar la contaminación debida al aire y la humedad.
• Se notificará al encargado del llenado la existencia de botellas defectuosas.

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jueves, 26 de marzo de 2020

Práctica segura para usuarios Parte 2

•Las botellas se mantendrán alejadas del fuego y del calor excesivo.
• En las áreas de trabajo y en los edificios ocupados sólo se alma- cenará el número necesario de botellas de gas. Es preferible que sean ubicadas cerca de las puertas y evitar las rutas de salida de emergencia y las áreas de difícil acceso.
• Las botellas que hayan quedado expuestas al fuego deben marcarse claramente y devolverse al encargado de su llenado (propietario), ya que pueden volverse quebradizas o perder su solidez.
• Las botellas deben almacenarse en lugares adecuadamente ventilados, lejos de la lluvia y de la nieve y de depósitos de combustible.
• Las botellas en uso deben asegurarse para evitar su caída.
• El contenido en gas debe identificarse sin lugar a duda antes de su utilización.
• Es necesario leer las etiquetas y las instrucciones con atención.
• Las botellas sólo deben conectarse a los equipos concebidos para cada servicio específico.
• Las conexiones deben mantenerse limpias y en buenas condi- ciones, y su situación se comprobará periódicamente.
• Deben utilizarse herramientas adecuadas (es decir, de longitud normal, llaves de tuercas fijas).

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martes, 24 de marzo de 2020

Práctica segura para usuarios Parte 1

La utilización segura de gases comprimidos exige la aplicación de los principios de seguridad esbozados en el presente capítulo y en el Repertorio de recomendaciones prácticas de la OIT Seguridad en la utilización de productos químicos en el trabajo (OIT 1993). Este objetivo no podrá cumplirse si el usuario no posee ciertos conoci- mientos básicos sobre el gas y el equipo que manipula. Además, el usuario deberá adoptar las precauciones siguientes:

• Las botellas de gas sólo se utilizarán con los fines para los que fueron concebidas y no como rodillos o soportes de trabajo.
• Las botellas deben almacenarse y manipularse de forma que no se deteriore su resistencia mecánica (p. ej., a causa de una corrosión grave, abolladuras profundas, cortes, etc.).

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viernes, 20 de marzo de 2020

Riesgos Oxidación - Transporte Parte 2

En los códigos internacionales de transporte, los gases comprimidos se clasifican como mercancías peligrosas. Asimismo, se especifica qué gases pueden ser transportados, los requisitos que deben cumplir las botellas, la presión permitida, el marcado, etc. Identificación del contenido. El requisito más importante para una manipulación segura de los gases comprimidos consiste en la identificación correcta del contenido de los recipientes. El sellado, etiquetado, estarcido y marcado en color son los medios utilizados con este fin. En las normas de la Organización Internacional de Normalización (ISO) se establecen ciertos requisitos respecto al marcado. En la mayoría de los países, el marcado en color de las botellas de gas de uso médico se atiene a lo estipulado en las normas ISO. Asimismo, los colores normalizados se aplican a otros gases en muchos países, pero esta forma de identificación no es suficiente. En última instancia, sólo la palabra escrita puede considerarse prueba del contenido de una botella. Tomas de válvula normalizadas. La utilización de una toma de válvula normalizada para un determinado gas o grupo de gases reduce en gran medida la posibilidad de conectar botellas y equipos concebidos para gases diferentes. Por tanto, debe evitarse el empleo de adaptadores, ya que desvirtúan las medidas de seguridad. Al efectuar conexiones, sólo se emplearán herramientas normales y no se aplicará una fuerza excesiva.

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lunes, 9 de marzo de 2020

Riesgos Oxidación - Transporte.

El transporte local tiende a mecanizarse mediante la utilización de carretillas elevadoras, etc. Las botellas deben trasladarse en todo caso con las tapas puestas y bien sujetas para evitar su caída de los vehículos. No deben dejarse caer directa- mente de éstos al suelo. En el caso de utilización de grúas eleva- doras, se emplearán las plataformas adecuadas. Se evitará la aplicación de dispositivos de elevación magnéticos o de tapas cuya rosca no ofrezca fiabilidad para alzar botellas.

En caso de que se junten botellas en unidades de mayor tamaño, debe tenerse mucho cuidado de evitar tensiones en las conexiones. Los riesgos existentes se multiplicarán debido a la gran cantidad de gas manejada en las distintas operaciones. Es conveniente dividir las grandes unidades en secciones y colocar válvulas de cierre donde puedan ser utilizadas en caso de emergencia.

Los accidentes más frecuentes ocurridos al manipular y trans- portar botellas son lesiones causadas por las unidades duras, pesadas y difíciles de manejar. Debe utilizarse calzado de segu- ridad. Es necesario disponer de carretillas para el transporte individual de botellas en recorridos de mayor amplitud.

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martes, 18 de febrero de 2020

Riesgos Oxidación - Llenado de botellas.

El llenado de botellas exige la utilización de compresores de alta presión o de bombas de líquido. Estas pueden funcionar con líquidos criogénicos (a muy baja temperatura). Asimismo, las instalaciones de llenado pueden incorporar grandes depósitos de almacenamiento de gases líquidos en un estado presurizado y/o de refrigeración extrema.
El personal encargado de llenar las botellas de gas debe comprobar que éstas se encuentran en una situación aceptable para llevar a cabo la operación y debe elegir el gas correcto en una cantidad y con una presión que no sean superiores a las autorizadas. El equipo de llenado debe diseñarse y comprobarse para cada presión y tipo de gas, y protegerse mediante la aplicación de válvulas de seguridad. Los requisitos en cuanto a material y limpieza respecto a la utilización con oxígeno deben cumplirse estrictamente. En las tareas de llenado con gases inflamables o tóxicos, debe prestarse especial atención a la seguridad de los operarios. La exigencia fundamental consiste en mantener una buena ventilación y emplear las técnicas y los equipos correctos. Las botellas contaminadas con otros gases o líquidos por los clientes constituyen un riesgo especial. Las que carecen de presión residual pueden purgarse o vaciarse antes de su llenado. Es necesario extremar las precauciones para garan- tizar que las botellas de gas de uso médico no contengan ningún material nocivo.

lunes, 10 de febrero de 2020

Riesgos Oxidación - Gases inertes

Gases como el argón, el dióxido de carbono, el helio y el nitrógeno se utilizan muy a menudo para crear atmós- feras protectoras que eviten reacciones no deseadas en las actividades de soldado, instalaciones químicas, acerías, etc. Estos gases no se etiquetan como peligrosos y la posibilidad de accidentes graves se debe únicamente al hecho de que sólo el oxígeno puede sostener la vida.
Cuando un gas o mezcla de gases desplaza el aire de forma que la atmósfera respirable resulta deficiente en oxígeno, existe peligro de asfixia. La inconsciencia o la muerte pueden constituir las consecuencias rápidas de la presencia escasa o nula de oxígeno, y no se producen señales de advertencia previas.

Antes de acceder a un espacio restringido en el que la atmós- fera respirable sea deficiente en oxígeno, debe procederse a su ventilación. Si se utilizan equipos de respiración, la persona que entra en ese tipo de espacio debe ser supervisada. Estos equipos deben emplearse incluso en operaciones de rescate. Las máscaras de gas normales no protegen de la deficiencia de oxígeno. La misma precaución debe adoptarse en grandes insta- laciones permanentes de lucha contra incendios, que suelen ser automáticas, y las personas presentes en estas áreas serán avisados del peligro.

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miércoles, 5 de febrero de 2020

Riesgos Oxidación - Toxicidad

Ciertos gases, aunque no son los más comunes, pueden resultar tóxicos. Además, pueden ser irritantes o corrosivos para la piel y los ojos.

Las personas que manipulan estos gases deben recibir una formación adecuada, ser conscientes del peligro que suponen y conocer las precauciones necesarias. Las botellas deben almacenarse en un área bien ventilada. No deben tolerarse fugas. Es necesario utilizar equipos de protección adecuados (máscaras de gas o dispositivos de respiración).

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lunes, 20 de enero de 2020

Riesgos Oxidación - Inflamabilidad Parte 3

En varios países, las botellas de acetileno se equipan con tapones fusibles. Estos dispositivos alivian la presión del gas cuando se funden (normalmente a unos 100 ºC) y evitan la explosión de la botella. Al mismo tiempo, existe el riesgo de que el gas liberado prenda y explote.

Las precauciones habituales que deben adoptarse respecto a los gases combustibles son las siguientes:
• Las botellas deben almacenarse separadas de otros gases en un área bien ventilada por encima del nivel del suelo.
• No deben utilizarse botellas o equipos con fugas.
• Las botellas de gas líquido deben almacenarse y utilizarse en posición vertical. Se desprenderán grandes cantidades si a través de las válvulas de seguridad sale líquido en lugar de gas. La presión se reducirá con mayor lentitud. Se producirán llamas de gran tamaño si el gas prende.
• En caso de fugas, debe evitarse toda fuente de ignición posible.
• Debe prohibirse fumar en los lugares donde se almacenan o se utilizan gases inflamables.
• La forma más segura de apagar un fuego suele consistir en interrumpir el suministro de gas. La mera extinción de la llama puede dar
lugar a la formación de una nube explosiva, que volverá a prender en contacto con un objeto caliente

miércoles, 15 de enero de 2020

Riesgos Oxidación - Inflamabilidad Parte 2

La ignición puede deberse a la acción de fuentes de calor, pero también a la de chispas eléctricas, aunque sean muy pequeñas. El acetileno ocupa un lugar destacado entre los gases combustibles debido a sus propiedades y a la generalización de su uso. Si se calienta, el gas puede comenzar a descomponerse con el aumento de la temperatura, incluso sin la presencia de aire. Si se permite el avance del proceso, éste puede dar lugar a la explosión de la botella que lo contiene. Por razones de seguridad, las botellas de acetileno se llenan con una masa altamente porosa que también contiene un disolvente del gas. El calentamiento provocado por agentes externos como un incendio o un soplete de soldar, o, en ciertos casos, la ignición interna provocada por la retrogresión de la llama en equipos de soldado, pueden iniciar una descomposición en el interior de la botella. En estos casos:

• Debe cerrarse la válvula (utilizando guantes de protección si es necesario) y alejarse la botella del fuego.
• Si una parte de la botella se recalienta, debe sumergirse en un río, canal o similar para enfriarla o ser rociada con pulveriza- dores de agua.
• Si la botella está demasiado caliente para su manipulación, debe ser rociada con agua a una distancia de seguridad.
• El enfriamiento debe continuar hasta que la botella mantenga la temperatura adecuada por sí misma.
• La válvula se mantendrá cerrada, ya que el flujo de gas acelera la descomposición.

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martes, 14 de enero de 2020

Riesgos Oxidación - Inflamabilidad Parte 1

Los gases inflamables se caracterizan por tener puntos de inflamación inferiores a la temperatura ambiente y por formar mezclas explosivas con el aire (o el oxígeno) dentro de ciertos umbrales conocidos como los límites de explosión inferiores y superiores.

El gas desprendido (también de válvulas de seguridad) puede prender y quemarse con una llama cuyo tamaño depende de la presión y de la cantidad de gas. A su vez, las llamas pueden calentar equipos cercanos, que pueden quemarse, fundirse o explotar. El hidrógeno se quema con una llama casi invisible.

Incluso las fugas moderadas pueden generar mezclas explosivas en espacios restringidos. Algunos gases, como los del petróleo licuados, y en particular el propano y el butano, son más pesados que el aire y son difíciles de evacuar, ya que se concentran en las zonas inferiores de los edificios y “flotan” a través de canales de una sala a otra. Tarde o temprano, el gas puede alcanzar una fuente de ignición y explotar.

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