martes, 19 de mayo de 2020

Mezcla y aplicación de los plaguicidas Parte 2

La protección por efecto del tiempo implica la limitación de las horas de trabajo. La idoneidad de este método depende de que el plaguicida se elimine rápidamente o sea acumulativo. Se produce acumulación de algunos compuestos en el cuerpo cuando la velocidad de excreción es más lenta que la de absorción. Con otros compuestos puede darse una acumulación del efecto cuando la persona está expuesta a dosis pequeñas repetidas, que individualmente no producen síntomas.
La protección mediante el cambio del método de trabajo implica una reconsideración de toda la operación. Los plaguicidas difieren de otros compuestos en que pueden ser aplicados desde la tierra o desde el aire. En la aplicación desde la tierra, los cambios de método dependen en gran parte de la elección del equipo y de la naturaleza física del producto a aplicar.
Los plaguicidas aplicados desde el aire pueden estar formulados como líquidos, polvos o gránulos. Los líquidos se pueden rociar desde altitudes muy bajas, frecuentemente en forma de gotas finas de formulaciones concentradas, conocidas como aplicaciones de volumen ultrabajo (VUB). La desviación por el viento constituye un problema, especialmente, en el caso de los líquidos y los polvos. La aplicación aérea es en general adecuada para tratar grandes extensiones, pero implica riesgos especiales para los pilotos y los trabajadores de tierra. Los pilotos pueden resultar afectados por el derrame de las tolvas, por la penetración de plaguicida en la cabina y por el vuelo sobre la franja recientemente tratada a través de la corriente formada. Incluso grados menores de absorción de algunos plaguicidas o sus efectos locales, como los que causa, por ejemplo, un compuesto organofosforado en el ojo, pueden afectar a un piloto hasta impedirle mantener el grado de vigilancia necesaria para volar bajo. No debe permitirse a los pilotos intervenir en estas operaciones de aplicación de plaguicidas a menos que hayan sido especialmente entrenados en los aspectos antes mencionados, aparte de los específicamente referidos al vuelo.
En tierra pueden resultar afectados los cargadores y los señalizadores. A los primeros se aplican los mismos principios que al resto de personas que manipulan plaguicidas a granel. Los señalizadores marcan la franja de terreno a rociar y pueden resultar seriamente contaminados si el piloto calcula mal el momento del rociado. Pueden colocarse globos o banderas por delante o enfrente, sin que los propios trabajadores deban actuar como señalizadores dentro del plan de vuelo.


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