Los principales fertilizantes se fabrican por procesos continuos, no por lotes. El amoníaco se prepara por conversión de metano a elevadas temperaturas y utilizando un catalizador específico. También se forman dióxido de carbono e hidrógeno, que deben ser separados del amoníaco. El nitrato amónico se prepara a partir de amoníaco y ácido nítrico en un reactor continuo. El ácido nítrico se forma mediante la oxidación continua de amoníaco sobre una superficie catalítica. El fosfato amónico se obtiene en una reacción entre amoníaco y ácido fosfórico. El ácido fosfórico se obtiene haciendo reaccionar ácido sulfúrico con minerales que contienen fosfato. El ácido sulfúrico se forma quemando azufre a dióxido de azufre, convirtiendo catalíticamente el dióxido de azufre a trióxido de azufre, y añadiendo después agua para formar ácido sulfúrico. La urea es un producto de la reacción continua a alta presión de dióxido de carbono y amoníaco, y el dióxido de carbono procede normal- mente de los subproductos de la reacción continua del amoníaco.
Muchas de estas materias primas son tóxicas y volátiles. La liberación de las materias primas o productos terminados debido a un fallo en un equipo o a un error humano puede exponer a los empleados y a la población general. La existencia de un plan de respuesta de emergencia detallado es fundamental para mini- mizar los efectos de estos escapes. Para elaborar este plan debe determinarse un acontecimiento en el caso peor imaginable mediante la evaluación de los riesgos y prever después las consecuencias mediante un modelo de dispersión. Hay que incluir en el plan un método para notificar el suceso a los empleados y a la población, un plan de evacuación, unos servicios de emergencia y un plan de recuperación.
El transporte de los productos químicos para la agricultura ha de ser estudiado detenidamente para elegir la ruta más segura, esto es, la que minimice la exposición en caso de accidente. Debe disponerse asimismo de un plan de respuesta de emer- gencia para hacer frente a los incidentes que se produzcan durante el transporte, incluyendo en él un número de teléfono de emergencia, la disponibilidad de personal para atender a las llamadas y, en algunos casos, un equipo de emergencia que acuda al lugar del accidente.
Algunos de estos productos se obtienen por fermentación, proceso que normalmente no es peligroso, ya que implica el desarrollo de un cultivo mediante el empleo de medios nutritivos como aceite de manteca, glucosa o almidón. No obstante, en ocasiones se utiliza amoníaco anhidro para controlar el pH
(acidez) o como nutriente, por lo que el proceso puede implicar algunos riesgos. Se pueden utilizar disolventes para extraer las células activas, pero las cantidades y la metodología aplicadas son tales que se puede actuar con seguridad. El reciclado de estos disolventes forma a menudo una parte del proceso.
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