. La pizarra es una roca arcillosa o esquisto-arci- llosa sedimentaria y muy compacta, que se divide en láminas con facilidad, de color gris plomo, rojizo o verdosos. Los princi- pales depósitos se encuentran en Francia (Ardenas), Bélgica, Reino Unido (Gales, Connwall), Estados Unidos (Pennsylvania, Maryland) e Italia (Liguria). Junto a una gran cantidad de carbo- nato cálcico, contiene también silicatos (mica, clorita, hidrosili- catos), óxidos de hierro y sílice libre, amorfa o cristalina (cuarzo). El contenido de cuarzo de las pizarras duras es de aproximada- mente un 15 %, y el de las pizarras blandas inferior al 10 %. En las canteras de Gales del Norte, el polvo de pizarra respirable contiene entre el 13 y el 32 % de cuarzo respirable.
Las hojas de pizarra se utilizan para tejados, escaleras, cubiertas de puertas, ventanas y porches; solado, chimeneas, mesas de billar, paneles de conmutadores eléctricos y pizarras de escuelas. La pizarra en polvo se ha utilizado como tapaporos o pigmentos en pinturas inoxidables o aislantes, en mástiques y en pinturas y productos bituminosos para superficies de carreteras. Riesgos para la salud. La enfermedad de los trabajadores de la pizarra ha sido objeto de atención desde principios del siglo XIX, habiéndose descrito casos de “tisis del minero” sin intervención del bacilo tuberculoso. Se ha encontrado neumoconiosis en un tercio de los trabajadores estudiados en la industria de la pizarra en Gales del Norte, y en un 54 % de los fabricantes de lápices de pizarra en la India. La neumoconiosis de los trabajadores de la pizarra puede tener características de silicosis debido al elevado contenido de cuarzo de algunas pizarras. Frecuentemente se observan bronquitis y enfisema crónicos, sobre todo en los trabajadores dedicados a la extracción.
La sustitución del pico manual por el equipo mecánico de baja velocidad reduce considerablemente la generación de polvo en las canteras de pizarra, y el uso de sistemas de ventilación por extracción local permite mantener las concentraciones de polvo transportado por el aire dentro de límites aceptables para una exposición de ocho horas. La ventilación de las minas subterrá- neas, el drenaje del agua del suelo en los pozos, la iluminación y la organización del trabajo están mejorando las condiciones generales de higiene y de trabajo.
El aserrado circular debe realizarse bajo chorros de agua, mientras que el desbastado no suele generar polvo siempre que los recortes no se dejen caer al suelo. Las láminas grandes se suelen pulimentar en húmedo; cuando se realiza el pulimentado en seco debe disponerse de una buena ventilación por extrac- ción, ya que el polvo de pizarra no es fácil de recoger, ni aun con aspiradores, al obstruirse con rapidez los filtros de las bolsas.
Los talleres deben limpiarse diariamente para evitar la acumulación de depósitos de polvo; en algunos casos será prefe- rible evitar que el polvo depositado en los pasillos sea llevado por el aire cubriéndolo con serrín, mejor que humedeciéndolo.
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