. En los supervivientes de intoxicaciones agudas se observan con frecuencia trastornos del sistema nervioso periférico. Estos trastornos suelen presentarse pocas semanas después de la intoxicación aguda y su recuperación es lenta. La neuropatía se caracteriza por disfunción motora y parestesias, aunque en los casos menos graves puede aparecer sólo una neuropatía sensorial unilateral. Las extremidades infe- riores suelen resultar más afectadas que las superiores. En las personas que se recuperan de una intoxicación por arsénico pueden aparecer estrías transversales en las uñas: las llamadas líneas de Mees. El estudio histológico demuestra una degenera- ción Walleriana, especialmente en los axones más largos. La neuropatía periférica también puede observarse en la exposición industrial al arsénico; en la mayoría de los casos, se presenta en una forma subclínica que sólo puede detectarse por métodos neurofisiológicos. En un grupo de trabajadores de una fundición con una exposición prolongada correspondiente a una absorción
total media acumulada de aproximadamente 5 g (absorción máxima de 20 g), se observó una correlación negativa entre la absorción acumulada de arsénico y la velocidad de conducción nerviosa. En estos obreros (véase antes), también se observaron manifestaciones clínicas leves de afección vascular periférica. En niños expuestos al arsénico se ha descrito hipoacusia.
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