sábado, 31 de mayo de 2014

Intoxicación crónica

Las intoxicaciones asociadas a la producción y a la aplicación de los POC en agricultura, suelen ser de carácter crónico, esto es, vinculadas a la exposición a dosis bajas a lo largo del tiempo. Las intoxicaciones agudas (asociadas a exposiciones a dosis altas en un breve período de tiempo) son menos frecuentes y normal- mente se deben a un uso incorrecto o a accidentes, tanto en el hogar como en la industria. Las intoxicaciones crónicas inducen lesiones del sistema nervioso central, del aparato digestivo, del sistema cardiovascular y hematopoyesis. Todos los POC son esti- mulantes del sistema nervioso central y pueden producir convulsiones, frecuentemente con características epilépticas. Se han registrado electroencefalogramas (EEG) anormales, como ritmosalfa irregulares y otras anomalías. En algunos casos se han obser- vado ondas puntiagudas bitemporales de localización variable, bajo voltaje y actividad theta difusa. En otros casos se han registrado trazados paroxísticos constituidos por ondas puntiagudas lentas, complejos puntiagudos y picos rítmicos de bajo voltaje.
Se han descrito polineuritis, encefalopolineuritis y otros efectos sobre el sistema nervioso tras la exposición profesional a los POC. Asimismo se han observado temblor de las extremi- dades y alteraciones electromiográficas (EMG). En trabajadores que manipulan POC como BHC, policloropineno, hexaclorobu- tadieno y dicloroetano se han observado signos inespecíficos
(p. ej., signos diencefálicos) que a menudo se presentan junto a otros típicos de la intoxicación crónica. Los signos más frecuentes de intoxicación son cefalea, vértigo, parestesias en las extremidades, cambios rápidos en la tensión arterial y otras alte- raciones circulatorias. Con menos frecuencia, dolores cólicos bajo los arcos costales derechos y en la región umbilical, y disci- nesia de las vías biliares. También pueden aparecer alteraciones del comportamiento, como trastornos sensoriales y del equilibrio. Estos síntomas son a menudo reversibles una vez que cesa la exposición.
Los POC causan lesiones hepáticas y renales. Se ha observado una inducción de las enzimas microsomales y un aumento de la actividad de ALF y aldolasa. También se alteran la síntesis de proteínas, la síntesis de lípidos, la destoxificación, la excreción y la función hepática. En trabajadores expuestos al pentacloro- fenol se ha informado de una reducción del aclaramiento de creatinina y de la reabsorción de fósforo. El pentaclorofenol, junto con los miembros de la familia de los clorofenoles, se considera también un posible cancerígeno humano [grupo 2 B según la clasificación de la Agencia Internacional para la Investi- gación sobre el Cáncer (IARC)]. El toxafeno se considera un cancerígeno del grupo 2B.
Se han observado alteraciones cardiovasculares en personas expuestas, generalmente manifestadas como disnea, taquicardia, opresión y dolor en la región cardíaca, aumento del volumen cardíaco y tonos cardíacos apagados.
También se han observado alteraciones hemáticas y capilares tras el contacto con POC, en forma de trombocitopenia, anemia, pancitopenia, agranulocitosis, hemólisis y alteraciones capilares. La aplasia medular puede llegar a ser completa. Las lesiones capilares (púrpura) se desarrollan al cabo de más o menos tiempo, pero siempre por exposiciones intensas. En trabajadores sometidos a exposiciones prolongadas se han obser- vado eosinopenia, neutropenia con linfocitosis y anemia hipocrómica.
Se han producido casos de irritación cutánea después del contacto con algunos POC, en particular los terpenos clorados. A menudo las intoxicaciones crónicas se hacen clínicamente evidentes por la aparición de cuadros alérgicos.

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