Es un líquido cuyo vapor produce un intenso lagrimeo, así como irritación de la piel y el tracto respiratorio. Sus efectos como irritante ocular y lacrimó- geno son tan intensos que se ha utilizado como gas bélico. Una concentración de 0,018 mg/l es suficiente para producir lagrimeo y una concentración de 0,11 mg/l no puede, en general, soportarse durante más de 1 min. En su manipulación y almacenamiento deben tomarse las mismas precauciones que con el cloro.
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