. Se ha descrito un gran número de casos de intoxicación aguda con un alto índice de mortalidad. La arsina es uno de los agentes hemolíticos más potentes en la industria. Su actividad hemolítica se debe a su capacidad para reducir drásticamente el contenido de glutatión de los eritrocitos.
Los signos y síntomas de la intoxicación por arsina se relacionan principalmente con la hemólisis, que se desarrolla tras un período de latencia que depende de la intensidad de la exposición. La inhalación de 250 ppm de gas arsina es letal instantá- neamente. La exposición a 25 a 50 ppm durante 30 minutos es letal y a 10 ppm puede ser letal si la exposición es más prolon- gada. Los signos y síntomas de la intoxicación son los característicos de una hemólisis aguda y masiva. Inicialmente, se produce una hemoglobinuria indolora, trastornos gastrointestinales, como náuseas, y posiblemente vómitos. También pueden presentarse cólicos y dolor abdominal. A continuación, se observa ictericia, acompañada por anuria y oliguria. Pueden existir indicios de depresión de la médula ósea. Tras una exposición aguda e intensa, se puede desarrollar neuropatía periférica, que puede persistir durante varios meses después de la intoxicación. Se sabe poco sobre la exposición repetida o crónica a la arsina, pero puesto que el gas arsina se metaboliza a arsénico inorgánico en el organismo, se puede suponer que existe el riesgo de síntomas similares a los de una exposición prolongada
a los compuestos de arsénico inorgánico.
Para el diagnóstico diferencial se debe tener en cuenta la anemia hemolítica aguda, que puede deberse a otros agentes químicos, como la estibina, o a otros fármacos, y las anemias immunohemolíticas secundarias.
Las arsinas sustituidas no producen hemólisis como efecto principal, pero son potentes irritantes locales y pulmonares y venenos sistémicos. El efecto local sobre la piel produce ampollas circunscritas en el caso de la dicloro(2-clorovinil-)arsina
(lewisita). Los vapores producen tos espasmódica con esputos densos o con sangre, que progresa como edema pulmonar agudo. El dimercaprol (BAL) es un antídoto eficaz si se admi- nistra en las primeras etapas de la intoxicación.
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