miércoles, 18 de marzo de 2009

Tolueno y sus derivados: Xileno

Al igual que el benceno, el xileno es un narcótico, por lo que la exposición prolongada al mismo provoca alteraciones de los órganos hematopoyéticos y del sistema nervioso central. El cuadro clínico de la intoxicación aguda es similar al de la intoxicación por benceno. Los síntomas son: fatiga, mareo, sensación de borrachera, temblores, disnea y, en ocasiones, náuseas y vómitos. En los casos más graves puede producirse pérdida de

la consciencia. También se observa irritación de la mucosas oculares, de las vías respiratorias altas y de los riñones.
La exposición crónica produce debilidad general, excesiva fatiga, mareo, cefalea, irritabilidad, insomnio, pérdida de memoria y zumbidos en los oídos. Los síntomas típicos son alteraciones cardiovasculares, sabor dulzón en la boca, náuseas, en ocasiones vómitos, pérdida del apetito, mucha sed, sensación de quemazón en los ojos y hemorragia nasal. En algunos casos se han observado alteraciones funcionales del sistema nervioso central asociadas con efectos neurológicos pronunciados (por ejemplo, distonía), alteración de la síntesis de proteínas y deterioro de la actividad inmunológica.
Las mujeres pueden sufrir alteraciones en los ciclos menstruales (menorragia o metrorragia). Se ha visto que las trabajadoras expuestas a tolueno y xileno en concentraciones que sobrepasaban periódicamente los límites de exposición, también se vieron afectadas por problemas durante sus embarazos (toxi- cosis, amenaza de aborto, hemorragias durante el parto) y esterilidad.
Las alteraciones hematológicas se manifiestan en forma de anemia, poiquilocitosis, anisocitosis (en ocasiones leucocitosis) con linfocitosis relativa y, a veces, una trombocitopenia muy pronun- ciada. Existen datos sobre diferencias en la susceptibilidad indivi- dual al xileno. En algunos trabajadores expuestos durante varias décadas al xileno no se han producido intoxicaciones por este compuesto, mientras que una tercera parte del personal que trabajaba en las mismas condiciones de exposición presentó síntomas de intoxicación crónica por xileno y fueron inhabili- tados. La exposición prolongada al xileno puede reducir la resis- tencia del organismo y hacerlo más vulnerable a diversos tipos de factores patógenos. Los análisis de orina muestran la presencia de proteínas, sangre, urobilina y urobilinógeno en la orina.
Se han producido casos mortales consecutivos a intoxicaciones crónicas, sobre todo en trabajadores de imprenta, aunque también en otros sectores de la industria. Asimismo, se han descrito casos de intoxicación grave y mortal en trabajadoras embarazadas con hemofilia y aplasia de la médula ósea. El xileno también puede causar alteraciones cutáneas, particularmente eczema.
En los casos de intoxicación crónica se detectan vestigios de xileno en todos los órganos y, en especial, en las glándulas suprarrenales, la médula ósea, el bazo y el tejido nervioso. El xileno se oxida en el organismo para formar ácidos toluicos (ácidos o-, m-y
p-metilbenzoico), que a su vez reaccionan con la glicina y el ácido glucurónico.
Durante la producción o el uso del xileno pueden darse concentraciones elevadas en la atmósfera del lugar de trabajo si las instalaciones no son totalmente estancas o si se realizan procesos abiertos, en ocasiones con grandes superficies de evapo- ración. También pueden liberarse al ambiente grandes canti- dades de xileno durante las labores de reparación y limpieza de los equipos.
El contacto con el xileno que haya podido contaminar las superficies del lugar de trabajo, los equipos o las prendas protectoras puede determinar su absorción por vía cutánea. La velocidad de absorción por esta vía en el hombre es de 4-10 mg/cm2 por hora.
La exposición a concentraciones de 100 ppm durante un máximo de 30 minutos produce una ligera irritación de las vías respiratorias altas. Con 300 ppm, resultan afectados el equilibrio, la visión y el tiempo de reacción. La exposición a 700 ppm durante 60 minutos puede causar cefalea, mareo y náuseas.
Otros derivados dialquílicos del benceno. El p-cimeno comporta un cierto riesgo de incendio y es también un irritante primario de la piel. El contacto con el líquido puede causar sequedad, pérdida de la protección grasa de la piel y eritema. No existen pruebas concluyentes de que pueda afectar a la médula ósea. La exposición aguda al p-terc-butiltolueno, en concentraciones iguales o superiores a 20 ppm, provoca náuseas, sabor metálico, irritación ocular y desvanecimiento. En los casos de exposiciones repetidas se observa disminución de la presión sanguínea, aumento de la frecuencia cardíaca, ansiedad, temblores, ligera anemia con leucopenia y eosinofilia, así como leve irritación de la piel por eliminación de la grasa. Los estudios de toxicidad en animales han demostrado los efectos de esta sustancia en el sistema nervioso central (SNC), con lesiones en el cuerpo calloso y la médula espinal.

1 comentario:

  1. yo trabajo con el xilol .y desmanchadores ..eso me probacaria alguna enfermedad? mas que la alergia

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