Antes de la recepción de una sustancia peligrosa para su almace- namiento, debe ofrecerse información a todos los usuarios respecto a su correcta manipulación. La planificación y el mante- nimiento de las áreas destinadas al efecto son necesarios para evitar las pérdidas de material, los accidentes y los desastres. La prestación de unos servicios de conservación adecuados es esen- cial, y debe prestarse especial atención a las sustancias incompati- bles, la ubicación conveniente de los productos y las condiciones climáticas.
Debe disponerse de instrucciones por escrito de las prácticas de almacenamiento oportunas, así como de fichas técnicas de seguridad (FTS) en las áreas donde se llevan a cabo estas tareas. La ubicación correspondiente a los distintos tipos de producto químico debe ilustrarse en un plano del almacén y en un registro químico. En éste figurarán la máxima cantidad permitida de todos los productos químicos en general y por clases. La tota- lidad de las sustancias debe recibirse en una sede central para su distribución a las distintas salas, depósitos y laboratorios. Asimismo, el área de recepción central resulta útil en el segui- miento de las sustancias que pueden acabar entrando en el sistema de evacuación de desechos. Un inventario de las sustan- cias ubicadas en las salas de almacén y los depósitos facilitará la estimación de la cantidad y la naturaleza de las destinadas a la evacuación en el futuro.
Los productos químicos almacenados serán examinados periódicamente, al menos una vez al año. Aquellos cuya vida útil en depósito haya expirado, estén deteriorados o se encuentren en recipientes con fugas deberán ser evacuados en condiciones de seguridad. Se utilizará un sistema FIFO (“primero en entrar, primero en salir”) de gestión de existencias.
El almacenamiento de sustancias peligrosas debe ser supervi- sado por una persona competente y capacitada. Todos los traba- jadores que deban acceder a las áreas de depósito recibirán una formación completa sobre las prácticas de trabajo seguras perti- nentes, y un directivo encargado de la seguridad se ocupará de efectuar una inspección periódica de dichas áreas. Debe situarse una alarma de incendios en el interior o en las proximidades de las instalaciones de almacenamiento. Se recomienda evitar que un trabajador desarrolle su actividad sólo en las áreas donde se conserven sustancias tóxicas. Estas áreas deben ubicarse lejos de las zonas de producción, de los edificios ocupados por personas
y de otras áreas de almacenamiento. Además, no deben situarse cerca de fuentes de ignición fijas.
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