Los tioles (mercaptanos, tioalcoholes o sulfhidratos) son compuestos orgánicos sulfhidrilo monofuncionales, alifáticos o aromáticos, que se caracterizan por la presencia de grupos sulfhi- drilo (–SH). En general, los tioles poseen un olor intenso y desa- gradable, incluso a concentraciones muy bajas. A igual concentración, la intensidad del olor parece estar en relación inversa con el número de átomos de carbono de la molécula, de forma que el 1-dodecano-tiol y los tioles de cadena más larga son prácticamente inodoros. El principal método para la obtención de tioles consiste en la reacción de sulfuro de hidrógeno con olefinas o alcoholes a distintas temperaturas y presiones, en presencia de una serie de catalizadores y promotores, entre ellos ácidos, bases, peróxidos y sulfatos metálicos. El hidrógeno del grupo –SH puede ser sustituido por mercurio (el término mercap- tano se deriva del latín corpus mercurium captans, que significa cuerpos que captan mercurio) y otros metales pesados para formar mercapturos.
Los tioles se encuentran espontáneamente en todos los sistemas vivos. En las células vivas, la mayor parte de los tioles proceden del aminoácido cisteína y el tripéptido glutatión. Además, el metanotiol y el etanotiol se forman espontáneamente en el gas “agrio” a temperatura ambiente; los demás tioles son líquidos. Los alcanotioles C1 a C6 y el bencenotiol despiden un olor desa- gradable a concentraciones mucho menores que los otros tioles.
Los compuestos orgánicos de azufre se forman también por unión de una unidad sulfato (SO4) a un grupo orgánico. Los sulfuros y las sales de sulfonio están constituidos por dos grupos orgá- nicos unidos a un átomo de azufre.
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