Al descomponerse en agua, se forma una película transparente de ácido silícico que fija la pantalla a la pared de cristal. Cuando el silicato de metilo, ya sea en forma líquida o vapor, contacta con los ojos, no produce un efecto inmediato, sino que éste aparece al cabo de 10 ó 12 horas, con dolor ocular violento acompañado de irritación y lagrimeo. La cornea se vuelve opaca y pueden aparecer úlceras que ocasionen ceguera. La inhalación de sus vapores puede causar daños irreparables en los pulmones y los riñones. Como quiera que el contacto con el vapor o con el líquido no produce un dolor inmediato que sirva de advertencia, esta sustancia exije la adopción de precauciones especiales. Debe evitarse la rotura de frascos, proteger los ojos con gafas hermé- ticas a los gases y prevenir el riesgo de inhalación de vapores en caso de derrames, etc. mediante la instalación de un sistema de ventilación aspirante local.
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