Estos compuestos conservan también su estabilidad cuando se exponen a cambios extremos en la temperatura. Por esta razón, se utilizan con frecuencia como lubricantes, ya que su viscosidad se mantiene más o menos constante a diferentes temperaturas. Se utilizan también como repelentes del agua, apli- cándose por ejemplo a muros, tejidos o cuero. Sirven para faci- litar el desmoldeado a presión y como agentes antiespumantes (esta última propiedad es útil, entre otras cosas, para los que sufren bronquitis crónica, puesto que la inhalación de los vapores de estos aceites les ayuda a expectorar). En animales de experi- mentación se ha observado que estas sustancias se eliminan muy lentamente de los pulmones, pero que su presencia no causa reac- ciones adversas. Las pomadas preparadas con siliconas se toleran también muy bien y, gracias a sus propiedades como repelentes del agua, contribuyen a prevenir o curar eczemas de contacto, puesto que evitan el contacto con las sustancias que causan reac- ciones de hipersensibilidad.
Los experimentos animales han demostrado que la inhalación de vapores muy concentrados puede producir una narcosis fatal; pero si los animales expuestos sobreviven a la narcosis, se recu- peran totalmente. Los aceites de silicona irritan ligeramente la mucosa ocular, causando irritación indolora y lagrimeo. Sólo los compuestos de bajo peso molecular producen síntomas más graves.
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