– Resbalones y caídas sobre suelos húmedos; caídas de escaleras de mano;
– Cortes y punzadas con bordes afilados, vidrios rotos, etc.;
– Incendios y explosiones en el lugar de trabajo producidos por gases, líquidos y sólidos inflamables;
– Incendios y explosiones debidos a reacciones químicas no controladas;
– Implosiones de equipos de generación del vacío;
– Caída de objetos pesados sobre la cabeza
(situados en estanterías de almacenamiento) y los pies;
– Posibilidad de que la ropa o el pelo se enreden, o los dedos o los brazos queden atrapados en equipos rotativos o que rea- lizan otro tipo de movimiento, como centrifugadoras, mezcladoras, etc.;
– Explosión de equipos que funcionan a una presión elevada;
– Electrocución y descargas eléctricas;
– Quemaduras y escaldaduras debidas al contacto con llamas, superficies calientes y gases y líquidos a temperatura elevada;
– Quemaduras químicas producidas por líquidos corrosivos;
– Partículas en suspensión originadas al reventar centrifugadoras y autoclaves;
– Intoxicación aguda debida a una amplia gama de gases, líquidos y sólidos tóxicos utilizados como materias primas o libera- dos en reacciones químicas;
– Daños oculares producidos por rayos láser, salpicaduras de sustancias qúimi- cas, gases corrosivos y partículas proyectadas;
– Quemaduras por congelación por el contacto de la piel con superficies o líquidos muy fríos (p. ej., gases licuados).
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