. La velocidad en la administración del trata- miento es esencial en caso de producirse una exposición aguda. El agente tóxico debe eliminarse de la piel, para lo cual lo mejor es lavar la zona afectada con agua abundante. Al cabo de unos minutos de lavado, la zona afectada debe limpiarse o rociarse con polietilenglicol-300 hasta que haya pasado el peligro de colapso. Si la zona expuesta está cubierta con ropa, ésta debe retirarse debajo de la ducha. Las quemaduras provocadas por el fenol deben cubrirse suavemente con un apósito limpio y blanco. No deben utilizarse grasas, pomadas o ungüentos en el tratamiento inicial de este tipo de quemaduras. El tratamiento hospitalario consiste en sedación, retirada del tejido muerto, reposición de líquidos y administracion de antibióticos y vitaminas. Si el fenol ha salpicado los ojos, será necesario lavarlos con agua abundante durante al menos 15 minutos. Todas las lesiones oculares, salvo las más triviales, deben ser vistas por un oftalmólogo.
La velocidad es también esencial en caso de ingestión de fenol. En el lugar de trabajo debe disponerse de un equipo adecuado de primeros auxilios y los servicios médicos locales deben ser infor- mados de la posibilidad de este tipo de accidentes, de manera que estén preparados para dispensar un tratamiento médico de urgencia. El tratamiento de la intoxicación crónica por fenol es sintomático una vez que la víctima ha sido retirada del lugar de exposición.
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