Se han descrito casos de dermatosis humana por exposición a tetraclorofenol y su sal sódica, con lesiones papulofoliculares, quistes sebáceos e hiperqueratosis marcada. La exposición profesional a clorofenoles aumenta el riesgo de sarcoma de tejidos blandos. Los derivados clorofenóxidos, entre ellos el ácido 2,4-diclorofenoxiacético, el ácido 2,4,5-triclorofeno- xiacético, el ácido 2,4,5-triclorofenoxipropiónico y las sales y esteres de 2,4-D se describen en otras partes de este capítulo y en otros artículos de la Enciclopedia.
Los síntomas de intoxicación por o-, m- y p-clorofenol en ratas consisten en inquietud y aumento de la frecuencia respiratoria, evolucionando rápidamente a debilidad motora, temblores, convulsiones clónicas, disnea y coma. Los 2,4- y 2,6-diclorofenoles y los 2,4,6- y 2,4,5-triclorofenoles producen también estos síntomas, pero la reducción de la actividad y la debilidad motora no se manifiestan con tanta rapidez. Los temblores son mucho menos intensos pero, también en este caso, continúan hasta unos minutos antes de la muerte. Los tetraclorofenoles ocupan un lugar intermedio entre los homólogos de cadena más corta y el penta- clorofenol. Estos compuestos provocan también síntomas simi- lares a los causados por los mono-, di- y triclorofenoles, si bien no suelen producir hiperpirexia.
En el ser humano se han descrito casos de dermatosis, entre ellas dermatitis fotoalérgica de contacto, tras la exposición a
2,4,5-triclorofenol, cloro-2-fenilfenol y tetraclorofenoles. Los síntomas observados son lesiones papulofoliculares, comedones, quistes sebáceos e hiperqueratoris marcada (cloracné).
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