domingo, 27 de febrero de 2011

Aluminio Riesgos (I)

Para la producción de aleaciones de aluminio, el metal refinado se funde en hornos de fuel-oil o de gas. A continuación, se añaden cantidades conocidas de un endurecedor que contiene bloques de aluminio con un determinado porcentaje de manganeso, silicio, zinc, magnesio, etc. La masa fundida se mezcla y se pasa a un horno de temperatura constante para desgasificarla, haciendo pasar argón-cloro o nitrógeno-cloro a través del metal. La emisión de gases resultante (ácido clorhídrico, hidrógeno y cloro) se ha asociado con enfermedades profesionales. En consecuencia, hay que prestar suma atención a la realización de unos controles de ingeniería adecuados, que capturen estas emisiones y eviten su llegada al medio exterior, donde también pueden causar daños. Las impurezas se recogen de la superficie del fundido y se colocan en recipientes para minimizar la exposición al aire al enfriar la aleación. En el horno, se añade un fundente que contiene sales de flúor o cloro para facilitar la separación del aluminio puro de las impurezas. Pueden desprenderse humos de fluoruro u óxido de aluminio, por lo que también es necesario controlar cuidadosamente este aspecto de la producción. Puede ser necesario el uso de un equipo de protección individual (EPI). El proceso de fundición del aluminio se describe en el capítulo Metalurgia y metalistería. En los talleres de fundición también puede producirse una exposición al dióxido de azufre.
En los hornos de fundición, se utiliza una amplia variedad de formas cristalinas del óxido de aluminio, como abrasivos, productos refractarios y catalizadores. En varios informes publicados entre 1947 y 1949 se describen casos de fibrosis intersticial progresiva, no nodular, en la industria de abrasivos de aluminio con procesado de óxido de aluminio y sílice. Esta afección, cono- cida como enfermedad de Shaver, progresa con rapidez y a menudo es mortal. Las víctimas (trabajadores de la producción de óxido de aluminio) estuvieron expuestas a un humo denso formado por óxido de aluminio, sílice libre cristalino y hierro. La materia particulada se presentaba en unas dimensiones que la hacían perfectamente respirable. Es probable que la preponderancia de la enfermedad pueda atribuirse a los efectos pulmo- nares sumamente nocivos de la sílice libre cristalina finamente fragmentada, más que al óxido de aluminio inhalado, aunque se desconoce la etiología exacta de la enfermedad. En la actua- lidad, la enfermedad de Shaver tiene principalmente un interés histórico, pues no se ha descrito ningún caso durante la segunda mitad del siglo XX.

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