jueves, 8 de marzo de 2012
Riesgos El formiato de metilo
El formiato de metilo es un líquido inflamable. El vapor forma mezclas explosivas con el aire a temperatura normal. Este éster puede ser absorbido por el organismo a través de los sistemas respiratorio y digestivo y también por vía percutánea. Tiene un efecto irritante y narcótico y, a concentraciones altas, puede producir narcosis, disnea, convulsiones, coma y muerte en animales de experimentación. En estas condiciones, los pulmones fueron los órganos más afectados (congestión, enfisema y edema), con hiperemia en los riñones, las glándulas suprarrenales, el hígado y las meninges. Puesto que el formiato de metilo suele utilizarse como ingrediente de mezclas de disolventes, es difícil determinar exactamente su sintomatología específica. Trabajadores expuestos a los vapores de un disolvente con 30 % de formiato de metilo sufrieron irritación de las mucosas, sensación de opresión torácica y disnea de intensidad variable; algunos experimentaron euforia, otros depresión. Un joven al que se le aplicó el éster en la cabeza como parasiticida desarrolló cianosis en 20 minutos y falleció por insuficiencia cardíaca.
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