Las botellas de gas en uso pueden verse afectadas por un tratamiento deficiente, por la corrosión debida
a agentes internos o externos, por incendios, etc. Por tanto, los reglamentos nacionales e internacionales exigen que, con ante- rioridad a su llenado, las botellas sean inspeccionadas y compro- badas cada cierto tiempo, en intervalos que oscilan entre los dos
y los diez años, dependiendo del servicio que presten. Una inspección visual interna y externa, junto con una prueba de presión hidráulica, constituyen la base para conceder la aproba- ción correspondiente a un nuevo período en un servicio deter- minado. La fecha de la comprobación (mes y año) debe figurar en la botella.
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