– Golpes, sobre todo en los pies, debidos a la caída de piezas pesadas, secciones de tubería, etc.;
– Cortes y punzadas, especial- mente en los dedos, con cantos afilados, salientes, limas (y otros instrumentos) al preparar las piezas para la soldadura y durante la limpieza de los productos soldados;
– Daños oculares como resultado de la penetración de partículas sólidas (sobre to- do al utilizar cepillos giratorios de alambre o esmeriles para limpiar),de me- tal fundido o de gotas de fundente o de soluciones limpiadoras en los ojos;
– Electrocución y descargas al utilizar equipos de soldadura eléctrica;
– Quemaduras de la piel debidas al contacto con superficies calientes y salpicaduras de soldaduras o fundentes a elevada temperatura;
– Incendios como resultado de la ignición de disolventes y otras sustancias inflama- bles por la llama de soldeo o por chispas;
– Incendios y explosiones, en especial al utilizar oxiacetileno, gas propano y otros procesos con lámpara de soldar;
– Quemaduras químicas como consecuen- cia de la salpicadura de las sustancias quí- micas corrosivas utilizadas en la limpieza de metales; sobre todo, de ácidos fuertes, de mezclas de ácidos y soluciones oxidan- tes (p. ej., combinaciones de los ácidos sulfúrico y nítrico, o sulfúrico y crómico), de cremas limpiadoras de metales, etc.
– Intoxicaciones agudas (y, en ocasiones, mortales) por fosgeno y otros gases tóxi- cos formados por los disolventes clorados al contacto con una fuente de temperatu- ra elevada, en especial al cobresoldar.
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