– Caídas desde superficies en altura, sobre todo en la construcción;
– Golpes por caída de piezas metalicas pesadas, botellas de gas, etc.;
– Cortes y punzadas con cantos metálicos afilados, etc.;
– Quemaduras producidas por el contacto con superficies metálicas calientes, lla- mas, chispas proyectadas, gotas de metal fundido, radiación térmica, etc.;
– Partículas extrañas que se introducen en los ojos. Se trata de un riesgo muy común que puede concretarse incluso después de la extinción de la llama o del arco utiliza- dos para soldar;
– Penetración de gotas de metal fundido o de chispas en los oídos (sobre todo al sol- dar por encima del nivel de la cabeza);
– Incendios iniciados por chispas proyectadas, llamas, metales candentes, etc. Exis- te un riesgo específico de incendio cuando aumenta el nivel de oxígeno en la atmósfera circundante, ya que esta cir- cunstancia favorece la ignición (p. ej., tanto las ropas como los lubricantes y los disolventes prenden con facilidad);
– Explosiones de polvo al soldar en instala- ciones que contienen harina, cereales en polvo, etc.;
– Introducción de partículas metálicas pro- yectadas en la piel (de cara, cuello y ma- nos);
– Explosiones de neumáticos durante la soldadura de ruedas de vehículos;
– Ignición y explosión de hidrógeno (pro- ducidas por procesos de corrosión) y di- versos gases combustibles residuales presentes en las mezclas con aire forma- das en recipientes cerrados;
– Intoxicación aguda a causa del fosgeno derivado de los hidrocarburos clorados que se utilizan para limpiar metales o co- mo pintura, cola y otros disolventes, y de los gases peligrosos generados al soldar, en particular, el ozono, el monóxido de carbono y los óxidos de nitrógeno;
– Electrocución o descargas en todos los procesos en que se aplican corrientes
eléctricas; las corrientes de sobrevoltaje y la utilización de más de una fuente de suministro eléctrico al mismo tiempo conllevan riesgos específicos;
– Ignición de las prendas de vestir en procesos en que se emplean mezclas de gas y oxígeno, cuando la atmósfera cir- cundante se enriquece con oxígeno (“se oxigena”) voluntaria o involuntaria- mente, sobre todo si la ropa está im- pregnada de aceites o grasa;
– Incendios y explosiones en el sistema de soldadura (tuberías, generador de acetileno) en procesos de oxisoldeo con mezclas de gas y oxígeno, especialmente debidos a retornos o retrogresiones de la llama a causa de la deficiencia de los equipos o un error humano;
– Incendios y explosiones debidos a una manipulación inadecuada del carburo de calcio o el acetileno en las operacio- nes de soldadura oxiacetilénica;
– Posibilidad de que ropas, pelo, etc., se enreden, o dedos o brazos queden atra- pados en soldadoras automáticas (“ro- botizadas”).
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