– Molestias lumbares y dolores articulares (en piernas, manos y brazos) debidos a períodos de conducción prolongados, en ocasiones, por
carreteras en mal estado y en asientos inadecuados;
– Trastornos reumáticos (como la artrosis escapulohumeral izquierda o la periartritis) debidos al hábito de apoyar el codo sobre el marco de la ventanilla al conducir;
– Trastornos del aparato digestivo causados por los horarios de comidas irregulares y los hábitos de alimentación inadecuados;
– Alucinaciones hipnóticas en períodos de somnolencia y trastornos psíquicos debidos a factores de estrés mental y emocional;
– Mayor incidencia del infarto de miocardio en el caso de los conductores obesos;
– Consumo de tabaco en la cabina de conducción, que contribuye al deterioro de la salud;
– Dificultades de visión y problemas oculares causados por una iluminación inadecuada y por la tensión ocular (sobre todo al conducir en la oscuridad por vías interurbanas);
– Exposición a la violencia ejercida por compañeros de profesión (p. ej., en bares
– de carretera, etc.) y a la delincuencia menor y de bandas (incluida la organizada) atraída por las mercancías valiosas (sobre todo al conducir en países con fuerzas del orden público deficientes);
– Desarrollo de lumbago causado por las vibraciones, la inadecuada suspensión de los vehículos, la incomodidad de los asientos, etc.;
– Alteraciones patológicas y envejecimiento prematuro del segmento lumbosacro de la columna vertebral, que puede provocar la creación acelerada de discos lumbares intervertebrales
(posiblemente, vinculada también a la manipulación rutinaria de cargas pesadas);
– Aumento de las probabilidades de contraer enfermedades de transmisión sexual (especialmente en el caso de los conductores que efectúan trayectos de largo recorrido y pasan mucho tiempo fuera de casa).
carreteras en mal estado y en asientos inadecuados;
– Trastornos reumáticos (como la artrosis escapulohumeral izquierda o la periartritis) debidos al hábito de apoyar el codo sobre el marco de la ventanilla al conducir;
– Trastornos del aparato digestivo causados por los horarios de comidas irregulares y los hábitos de alimentación inadecuados;
– Alucinaciones hipnóticas en períodos de somnolencia y trastornos psíquicos debidos a factores de estrés mental y emocional;
– Mayor incidencia del infarto de miocardio en el caso de los conductores obesos;
– Consumo de tabaco en la cabina de conducción, que contribuye al deterioro de la salud;
– Dificultades de visión y problemas oculares causados por una iluminación inadecuada y por la tensión ocular (sobre todo al conducir en la oscuridad por vías interurbanas);
– Exposición a la violencia ejercida por compañeros de profesión (p. ej., en bares
– de carretera, etc.) y a la delincuencia menor y de bandas (incluida la organizada) atraída por las mercancías valiosas (sobre todo al conducir en países con fuerzas del orden público deficientes);
– Desarrollo de lumbago causado por las vibraciones, la inadecuada suspensión de los vehículos, la incomodidad de los asientos, etc.;
– Alteraciones patológicas y envejecimiento prematuro del segmento lumbosacro de la columna vertebral, que puede provocar la creación acelerada de discos lumbares intervertebrales
(posiblemente, vinculada también a la manipulación rutinaria de cargas pesadas);
– Aumento de las probabilidades de contraer enfermedades de transmisión sexual (especialmente en el caso de los conductores que efectúan trayectos de largo recorrido y pasan mucho tiempo fuera de casa).
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