viernes, 15 de mayo de 2015

Sustancias corrosivas

Se trata de ácidos, álcalis y otras sustancias que pueden provocar quemaduras o irritación de la piel, las membranas mucosas o los ojos, o que deterioran la mayoría de los materiales. Son ejemplos típicos el ácido fluorhídrico, el ácido clorhídrico, el ácido sulfú- rico, el ácido nítrico, el ácido fórmico y el ácido perclórico. Estos materiales pueden dañar sus recipientes y propagarse en la atmósfera del área de almacenamiento; algunos son volátiles y otros reaccionan violentamente con la humedad, la materia orgá- nica u otras sustancias químicas. Los vapores de ácido pueden corroer los materiales estructurales y los equipos y ejercer una acción tóxica sobre el personal. Este tipo de sustancias deben mantenerse a baja temperatura, pero muy por encima de su punto de congelación, ya que un compuesto como el ácido acético puede congelarse a una temperatura relativamente alta, romper su envase y propagarse cuando la temperatura vuelva a superar dicho punto.
Asimismo, algunas sustancias corrosivas pueden tener otras propiedades peligrosas; por ejemplo, el ácido perclórico, además de ser sumamente corrosivo, constituye un potente agente oxidante capaz de causar incendios y explosiones. El Aqua regia presenta tres características peligrosas: a) combina las propie- dades corrosivas de sus dos componentes, el ácido clorhídrico y el ácido nítrico; b) es un agente oxidante muy potente, y c) una aplicación limitada de calor basta para dar lugar a la formación de cianuro de cloro, un gas de gran toxicidad.
Las áreas de almacenamiento destinadas a las sustancias corrosivas deben aislarse del resto del centro de producción o de otros depósitos de mercancías mediante la disposición de paredes y suelos impermeables, previendo además la evacuación de derrames en condiciones de seguridad. Los suelos deben realizarse de bloques de hormigón que no haya sido tratado para reducir su solubilidad, o de otro material resistente. Dichas

áreas deben contar con una ventilación adecuada. No se utili- zará una misma área para el almacenamiento simultáneo de compuestos de ácido nítrico y compuestos de ácido sulfúrico. En ocasiones, es necesario depositar líquidos corrosivos y tóxicos en envases especiales; por ejemplo, el ácido fluorhídrico debe conservarse en botellas de plomo, gutapercha o de ozokerita refi- nada. Puesto que este ácido interactúa con el cristal, no debe almacenarse cerca de bombonas de este material o de barro que contengan otros ácidos.
Las bombonas que contengan ácidos corrosivos deben enva- sarse con diatomita (tierra de infusorios) u otro material inorgá- nico aislante eficaz. Los equipos de primeros auxilios necesarios, como las duchas de emergencia o las botellas de colirio, deben situarse en el lugar de almacenamiento o muy cerca de éste.

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