domingo, 14 de marzo de 2010

Bromo y sus compuestos

El bromo está muy extendido en la naturaleza en forma de compuestos inorgánicos tales como los minerales, en el agua de mar y en los lagos salados. Los tejidos animales y vegetales también contienen pequeñas cantidades de bromo. Se obtiene a partir de lagos salados y pozos de sondeo, del agua del mar y de las aguas madres que quedan tras el tratamiento de las sales potásicas (silvita, carnalita).
El bromo es un líquido muy corrosivo, cuyos vapores son extremadamente irritantes para los ojos, la piel y las mucosas. En contacto prolongado con los tejidos, el bromo puede provocar quemaduras profundas que tardan mucho en cicatrizar y, a menudo, se ulceran. Asimismo, es tóxico por vía digestiva, respi- ratoria o percutánea.
En caso de existir exposición prolongada al bromo, su concentración en la atmófera de trabajo no debe superar los 0,5 mg/m3. Cuando esta concentración es igual o superior a 3-4 mg/m3, resulta imposible trabajar sin un equipo de protección respira- toria. Una concentración de 11 a 23 mg/m3 produce intenso ahogo y se acepta unánimamente que las concentraciones de 30 a
60 mg/m3 son muy peligrosas para el ser humano. Cualquier concentración en torno a 200 mg/m3 produce la muerte en muy poco tiempo.
El bromo posee propiedades acumulativas, depositándose en los tejidos en forma de bromuros y desplazando a otros halógenos
(yodo y cloro). Los efectos a largo plazo incluyen trastornos del sistema nervioso.
Las personas expuestas habitualmente a concentraciones entre tres y seis veces superiores al límite de exposición para un año presentarán dolor de cabeza, dolor precordial, mayor irritabi- lidad, pérdida de apetito, dolor en las articulaciones y dispepsia. Durante el quinto o sexto año de trabajo en tales circunstancias, puede producirse una pérdida de reflejos corneales, faringitis, alteraciones de índole vegetativa e hiperplasia tiroidea acompa- ñada de alteraciones funcionales de esta glándula. También pueden presentarse complicaciones cardiovasculares en forma de degeneración miocárdica e hipotensión, y alteraciones funcio- nales y secretoras del tracto digestivo. En la sangre se aprecian signos de inhibición de la leucopoyesis y leucocitosis. La concen- tración de bromo en sangre varía entre 0,15 mg/100 cm3 y
1,5 mg/100 cm3 con independencia del grado de intoxicación.
El bromuro de hidrógeno gaseoso puede detectarse a concen- traciones de 2 ppm que no producen irritación. El ácido bromhí- drico, en solución acuosa al 47 %, es un líquido corrosivo, de color amarillo pálido y olor intenso, que se oscurece cuando se expone al aireya la luz.
El efecto tóxico del ácido bromhídrico es entre dos y tres veces menor que el del bromo, pero más agudo que el del cloruro de hidrógeno. Tanto la forma gaseosa como la acuosa irritan la mucosa del tracto respiratorio superior a concentraciones de 5 ppm. La intoxicación crónica se caracteriza por inflamación de las vías respiratorias altas y dispepsia, ligeras alteraciones de los reflejos y disminución del recuento de hematíes. Asimismo, puede presentarse una disminución de la sensibilidad olfativa. El contacto con la piel y las mucosas puede provocar quemaduras. Ácido brómico y ácido hipobromoso. Los ácidos oxigenados del bromo sólo se encuentran en forma de soluciones o de sus sales. Su acción en el organismo es similar a la del ácido bromhídrico.
Bromuro ferroso-férrico. Los bromuros ferroso-férricos son sustancias sólidas utilizadas en las industrias química y farmacéu- tica, así como en la industria de fabricación de productos fotográficos. Estos compuestos se obtienen haciendo pasar una mezcla de bromo y vapor de agua a través de un lecho de partículas de hierro. La sal de bromo caliente y de consistencia siruposa que se

obtiene se introduce en contenedores de hierro, donde se solidifica. El bromo húmedo (es decir, el bromo que contiene más de
20 ppm de agua) es corrosivo para la mayoría de los metales y el bromo elemental ha de transportarse en estado de absoluta deshi- dratación en envases de monel, níquel o plomo herméticamente cerrados. Para evitar el problema de la corrosión, el bromo suele transportarse en forma de sal ferroso-férrica.
Bromofosgeno. Este es un producto de la descomposición del bromoclorometano que se genera durante los procesos de obten- ción de violeta de genciana. Se produce combinando monóxido de carbono y bromo en presencia de cloruro amónico anhidro.
Los efectos tóxicos del bromofosgeno son similares a los del fosgeno (véase el apartado dedicado al fosgeno más adelante en este mismo artículo).
Bromuro de cianógeno. El bromuro de cianógeno es un sólido utilizado para la extracción de oro y como pesticida. Reacciona con agua para producir ácido cianhídrico y bromuro de hidrógeno. Sus efectos tóxicos son similares a los del ácido cianhídrico y probablemente tenga una toxicidad similar.
El bromuro de cianógeno también tiene un acción irritante y, a altas concentraciones, puede provocar edema y hemorragias pulmonares. La exposición a 20 ppm durante 1 minuto u 8 ppm durante 10 minutos resulta intolerable. En gatos y ratones, la exposición a 70 ppm provoca parálisis en el plazo de 3 minutos y la exposición a 230 ppm produce la muerte.

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