Los vapores de disolventes inflamables puede ser más pesados que el aire y moverse a ras de suelo hasta una fuente de ignición distante. Se han observado casos en los que los vapores inflama- bles generados por sustancias químicas derramadas han descen- dido por escaleras y huecos de ascensores y han prendido en pisos inferiores. Por tanto, es esencial la prohibición de fumar y de generar llamas desnudas en los lugares en que se manipulan o almacenan dichos disolventes.
Los bidones de seguridad portátiles aprobados constituyen los recipientes más seguros para almacenar sustancias inflamables. Los volúmenes de líquidos inflamables superiores a 1 litro deben depositarse en envases de metal. Habitualmente, se utilizan bidones de doscientos litros para transportar estas sustancias, pero estos recipientes no están concebidos para su almacena- miento a largo plazo. El tapón debe retirarse con cuidado y ser sustituido por una válvula de alivio de presión aprobada que evite el aumento de la presión interna debido al calor, el fuego o la exposición a la luz solar. Al transferir sustancias inflamables desde un equipo metálico, los trabajadores deben utilizar un sistema de traslado cerrado o disponer de una ventilación aspi- rante adecuada.
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