jueves, 28 de agosto de 2014

Rodenticidas


Los rodenticidas son compuestos químicos tóxicos utilizados para el control de ratas, ratones y otras especies de roedores. Un rodenticida eficaz debe cumplir unos criterios estrictos, lo que se confirma por el pequeño número de compuestos que se utilizan en la actualidad de forma satisfactoria.
Los cebos envenenados son los medios más efectivos y amplia- mente utilizados de formulación de rodenticidas, pero algunos se utilizan como venenos de “contacto” (esto es, polvos, espumas y geles) en los que el tóxico se adhiere a la piel del animal y es ingerido durante el aseo ulterior, mientras que otros se aplican como fumigantes a madrigueras o locales infestados. Los roden- ticidas se pueden dividir en dos categorías en función de su modo de acción: venenos agudos (dosis única) y venenos crónicos (dosis múltiple).
Los venenos agudos, como el fosfuro de zinc, la norbormida, la fluora- cetamida y la alfacloralosa, son compuestos muy tóxicos, con DL50 habi- tualmente inferiores a 100 mg/kg, y pueden provocar la muerte después de una dosis única consumida durante un período no superior a algunas horas.
La mayor parte de los rodenticidas agudos tienen los inconve- nientes de producir síntomas de envenenamiento con gran rapidez, de ser generalmente inespecíficos y de carecer de antí- dotos satisfactorios. Se utilizan a concentraciones relativamente altas (0,1 al 10 %) en cebos.

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