sábado, 30 de agosto de 2014

Aplicaciones Los rodenticidas


Los rodenticidas previstos para su uso en cebos están disponibles en una o más de las formas siguientes: como material de clase técnica o como cebo listo para su uso. Los venenos agudos se adquieren habitualmente como material de clase técnica y se mezclan con la base del cebo poco antes de su uso. Los venenos crónicos, debido a su uso a bajas concentraciones, se venden normalmente como concentrados en los que el principio activo se incorpora a una base de harina (o talco) finamente pulverizada. Cuando el cebo final está preparado, se añade el concentrado
a la base del cebo en la concentración correspondiente. Si la base del cebo tiene una consistencia rugosa, puede ser necesario añadir un aceite vegetal o mineral a la concentración prescrita para que actúe como “adhesivo”. Normalmente es obligatorio añadir un colorante de advertencia a los concentrados o cebos listos para usar.
En tratamientos de control contra ratas y ratones, los cebos envenenados se dejan a intervalos frecuentes en todo el área infestada. Si se utilizan rodenticidas agudos, se obtienen mejores resultados cuando se deja el cebo no envenenado (“precebo”) durante algunos días antes de administrar el veneno. En trata- mientos “agudos” se ofrece cebo envenenado solamente durante algunos días. Cuando se utilizan anticoagulantes es innecesario el uso de precebos, pero el veneno debe mantenerse durante 3 a
6 semanas para completar el control.
Las formulaciones de contacto de los rodenticidas son espe- cialmente útiles cuando por alguna razón la presentación de cebos es difícil, o cuando los roedores no cambian satisfactoria- mente su dieta normal. El veneno suele incorporarse a un polvo finamente dividido (p. ej., talco) que se deja en los accesos y alre- dedor del cebo, o se espolvorea en madrigueras, huecos de los muros, etc. Los compuestos se pueden formular también en geles o espumas que se insertan en las madrigueras.
En los rodenticidas de contacto, el efecto se produce cuando el animal ingiere el veneno al asearse. Dado que la cantidad de polvo (o espuma, etc.) que se adhiere a la piel puede ser pequeña, la concentración del principio activo en la formulación suele ser relativamente elevada, lo que hace que su uso sólo sea seguro si no se pueden contaminar alimentos, etc. Otras formu- laciones especializadas de rodenticidas comprenden cebos de agua o bloques impregnados de cera. Las primeras, que son soluciones acuosas de compuestos solubles, son especialmente útiles en ambientes secos. Las últimas se preparan impregnando el tóxico y la base del cebo en cera de parafina fundida (con bajo punto de fusión) y vaciando la mezcla en bloques. Los cebos impregnados de cera están diseñados para resistir climas húmedos y ataques de insectos.

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