martes, 11 de diciembre de 2012

Cresoles y sus derivados.

El cresol puro es una mezcla de isómeros orto- (o-), meta- (m-) y para (p-), mientras que el ácido cresílico, utili- zado algunas veces como sinónimo de mezcla de cresoles, es una mezcla de cresoles, xilenoles y fenol en la que el 50 % del mate- rial tiene un punto de ebullición superior a 204 ºC. La concentra- ción relativa de isómeros en el cresol puro depende de la fuente. Los efectos tóxicos del cresol son similares a los del fenol. Puede absorberse a través de la piel, el sistema respiratorio y el sistema digestivo. La velocidad de penetración a través de la piel depende más del área de la superficie que de la concentración.
Al igual que el fenol, es un veneno protoplásmico general y tóxico para todas las células. Las soluciones concentradas producen corrosión local de la piel y de las membranas mucosas, mientras que las soluciones diluidas producen irritación, vesicula- ción y ulceración de la piel. El contacto con la piel puede causar también neuritis periférica facial, deterioro de la función renal e incluso necrosis del hígado y de los riñones. En personas suscepti- bles puede aparecer dermatitis por sensibilización tras su exposi- ción a soluciones inferiores al 0,1 %. A nivel sistémico, es un potente depresor de los sistemas cardiovascular y nervioso central, actuando sobre todo en la columna vertebral y la médula. La administración oral produce una sensación de quemazón en la boca y el esófago, pudiendo causar vómitos. La concentración de vapor alcanzada a temperaturas relativamente altas causa irritación de las vías aéreas superiores y de la mucosa nasal. La absorción sistémica va seguida de colapso vascular, shock, hipotermia, inconsciencia, insuficiencia respiratoria y muerte. Se han descrito también complicaciones pancreáticas. La dosis oral tóxica media para animales de pequeño tamaño es 1 mg/kg, y, específicamente, 0,6 mg/kg para el p-cresol,
0,9 mg/kg para el o-cresol, y 1,0 mg/kg para el m-cresol. Por su similitud con el fenol, la dosis letal en el hombre puede estimarse en unos 10 g. En el organismo, una pequeña parte se oxida a hidroquinona y pirocatequina, mientras que el resto se excreta tal cual o se conjuga con ácido glucurónico o sulfúrico. Al analizar la orina se observan células hemáticas, cilindros y albúmina. El cresol conlleva también un peligro moderado de incendio.

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