domingo, 25 de enero de 2009

Tolueno y sus derivados: Riesgos agudos y crónicos para la salud.

La toxicidad aguda del tolueno es ligeramente más intensa que la del benceno. En concentraciones de aproximadamente 200 ó 240 ppm, produce en el plazo de 3-7 h, vértigos, mareo, dificultad para mantener el equilibrio y cefalea. Las concentraciones más altas pueden provocar un coma narcótico.
Los síntomas de toxicidad crónica son los que se observan habitualmente con la exposición a los disolventes de uso común y son: irritación de las mucosas, euforia, cefalea, vértigo, náuseas, pérdida de apetito e intolerancia al alcohol. Estos síntomas aparecen generalmente al final del día, se agravan hacia el final de la semana y disminuyen o desaparecen durante el fin de semana o los días festivos.
El tolueno no ejerce acción alguna sobre la médula ósea. Los casos registrados se debieron a una exposición simultánea a tolueno y benceno, o no existen datos claros sobre este extremo. En teoría, el tolueno podría ocasionar un cuadro hepatotóxico, pero este cuadro no se ha llegado a probar nunca. Algunos autores indican la posibilidad de que cause una enfermedad autoinmune similar a la del síndrome de Goodpasture (glomeru- lonefritis autoinmune).
Hay que hacer referencia a algunos casos de muerte súbita que se han producido, especialmente en niños o adolescentes que tenían la costumbre de “esnifar pegamento”, inhalando así los vapores de pegamentos que contenían tolueno además de otros disolventes. En estos casos, la muerte sobrevino por un paro cardíaco secundario a fibrilación ventricular y pérdida de cateco- laminas. Los estudios en animales han demostrado que el tolueno sólo es teratogénico a dosis elevadas.

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