sábado, 6 de diciembre de 2008

ETERES GLICOLICOS RIESGOS: Otros éteres de etilenglicol.

El éter monobutílico de etilenglicol merece una mención especial por su amplia utilización en la industria. En ratas, se producen muertes en respuesta a una sola dosis oral, que son atribuibles a narcosis, mientras que las muertes tardías se producen por congestión pulmonar e insuficiencia renal. El contacto directo de los ojos con este éter provoca dolor intenso, marcada irritación de la conjuntiva y opacidad corneal, que puede durar varios días. Como en el caso del éter monometílico, el contacto con la piel no ocasiona mucha irrita- ción, pero pueden absorberse cantidades tóxicas por vía percu- tánea. Los estudios de inhalación han demostrado que las ratas pueden tolerar 30 exposiciones de 7 horas a concentraciones de 54 ppm, pero a 100 ppm aparecen algunas lesiones. A concentra- ciones superiores, las ratas presentan hemorragia pulmonar, congestión visceral, lesiones hepáticas, hemoglobinuria e intensa fragilidad de los eritrocitos. Se ha detectado fetotoxicidad en ratas expuestas a concentraciones de 100 ppm, pero no a 50 ppm, así como un aumento evidente de la fragilidad de los eritrocitos por exposición a concentraciones superiores a 50 ppm de éter monobutílico de etilenglicol. Los seres humanos parecen ser algo menos susceptibles que los animales de laboratorio, por la aparente resistencia a su efecto hemolítico. Aunque la exposi- ción a concentraciones por encima de 100 ppm causa cefalea e irritación ocular y nasal en el ser humano, no se aprecian daños en los hematíes.
Tanto el éter isopropílico como el n-propílico de etilenglicol entrañan riesgos particulares. Estos éteres glicólicos poseen valores bajos de DL50 cuando se administran dosis orales únicas y pueden ocasionar graves lesiones renales y hepáticas. La hema- turia es un signo precoz de afectación renal grave. La muerte suele producirse en el plazo de unos pocos días. En el conejo, el contacto ocular produce una rápida irritación de la conjuntiva y opacidad corneal parcial que remite aproximadamente en una semana. Como la mayoría de los demás éteres de etilenglicol, los derivados propílicos sólo son irritantes cutáneos leves, pero pueden absorberse cantidades tóxicas por vía percutánea. Además, son muy tóxicos cuando se inhalan. Afortunadamente, el éter monoisopropílico de etilenglicol es un compuesto de escasa importancia comercial.


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