martes, 28 de octubre de 2008

Alcalis: Hidróxido potásico e hidróxido sódico.

Estos compuestos son muy peligrosos para los ojos, tanto en forma líquida como sólida. Como álcalis fuertes que son, destruyen los tejidos y producen graves quemaduras de tipo químico. La inhalación de polvos o nieblas de estos productos puede provocar graves lesiones a lo largo de todo el aparato respiratorio y la ingestión produce graves lesiones digestivas. Aunque no son inflamables ni combustibles, producen una gran cantidad de calor cuando el producto sólido se pone en contacto con agua. Por este motivo, siempre que se quiera hacer una solución tendrá que utilizarse agua fría, puesto que la solución puede hervir y salpicar el líquido corrosivo en una amplia zona.

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