miércoles, 20 de agosto de 2008

Riesgos: Fluorocarburos anestésicos

Fluorocarburos anestésicos. El halotano es un anestésico inhalable utilizado desde antigüo, a menudo en combinación con óxido nitroso. El isoflurano y el enflurano se utilizan cada vez más, ya que producen menos efectos secundarios que el halotano.
El halotano es anestésico a concentraciones superiores a 6.000 ppm. La exposición a concentraciones de 1.000 ppm durante 30 minutos produce anomalías en el comportamiento que no aparecen con concentraciones de 200 ppm. A concentraciones subanestésicas no se han registrado casos de irritación o sensibilización cutánea, ocular ni respiratoria, pero sí algunos casos de hepatitis. Algunos pacientes expuestos repetidamente a concentraciones anestésicas han sufrido hepatitis graves. La toxi- cidad en el higado no se ha encontrado por exposiciones laborales al isoflurano o al enflurano, pero sí algunos casos de hepatitis en pacientes expuestos a dosis de enflurano iguales o superiores a 6.000 ppm y en trabajadores que habían utilizado isoflurano, aunque la contribución de éste no ha podido ser demostrada.

En un estudio de toxicidad hepática en animales, no se observaron efectos tóxicos en ratas expuestas repetidamente a 100 ppm de halotano en el aire. En otro estudio se observó al microscopio electrónico necrosis cerebral, hepática y renal con concentraciones de 10 ppm. No se detectaron efectos en ratones expuestos a 1.000 ppm de enflurano durante 4 horas diarias a lo largo de unos 70 días y sólo se observó una ligera disminución de la ganancia de peso cuando se les expuso a 3.000 ppm durante 4 horas diarias, 5 días a la semana a lo largo de hasta 78 semanas. En otro estudio se registraron grandes pérdidas de peso y nume- rosas muertes en ratones expuestos continuamente a 700 ppm de enflurano durante períodos de hasta 17 días; en ese mismo estudio no se apreciaron efectos en ratas ni cobayas expuestos durante 5 semanas. La exposición continua de ratones a dosis de 150 ppm o superiores de isoflurano en el aire provocó una disminución de la ganancia de peso. A concentraciones de 1.500 ppm se observaron efectos similares en cobayas, pero no en ratas. No se apreciaron efectos significativos en ratones expuestos a concen- traciones de hasta 1.500 ppm durante 4 horas diarias, 5 días a la semana a lo largo de 9 semanas.
Los estudios realizados en animales no han podido demostrar que el enflurano o el isoflurano tengan efectos mutagénicos o carcinogénicos, como ha ocurrido con los estudios epidemiológicos de halotano. Los primeros estudios epidemiológicos que sugirieron efectos teratogénicos del halotano y otros anestésicos inhalables no han sido corroborados por estudios posteriores de exposición al halotano.

No existen evidencias claras de efectos fetales en ratas expuestas a concentraciones de halotano de hasta 800 ppm; tampoco se han observado efectos en la fertilidad con exposiciones repetidas a concentraciones de hasta 1.700 ppm. Se ha observado cierta fetotoxicidad (pero no teratogenicidad) a concentraciones de 1.600 ppm y superiores. En ratones, se observó fetotoxicidad a 1.000 ppm, pero no a 500 ppm. En los estudios realizados con enflurano no se observaron efectos en la fertilidad de los ratones a concentraciones de hasta 10.000 ppm, pero sí se obtuvieron ciertas evidencias de anomalías espermá- ticas a concentraciones de 12.000 ppm.Tampoco se hallaron evidencias de teratogenicidad en ratones expuestos a concentraciones de hasta 7.500 ppm, ni en ratas expuestas a concentraciones de hasta 5.000 ppm. Se apreció una ligera embrio/fetotoxicidad en ratas preñadas expuestas a 1.500 ppm. Con el isoflurano, la exposición de ratones macho a concentra- ciones de hasta 4.000 ppm durante 4 horas diarias a lo largo de 42 días no tuvo efecto alguno en la fertilidad. No se apreciaron efectos fetotóxicos en hembras de ratón preñadas expuestas a 4.000 ppm durante 4 horas diarias a lo largo de 2 semanas, si bien la exposición de ratas preñadas a una concentración de 10.500 ppm produjo una ligera pérdida de peso de los fetos. En otro estudio se observó una disminución del tamaño de la camada y del peso corporal fetal, así como efectos en el desarrollo de los fetos, en ratones expuestos a 6.000 ppm de isoflurano durante 4 horas diarias en los días 6º a 15º de la gestación. Estos efectos no se observaron con concentraciones de 60 ó 600 ppm.


lunes, 18 de agosto de 2008

Riesgos: El teflón

El teflón (politetrafluoretileno) se sintetiza por polimerización del tetrafluoretileno con un catalizador redox. El teflón no es peligroso a temperatura ambiente. Sin embargo, cuando se calienta a una temperatura de entre 300 y 500 ºC, se obtienen fluoruro de hidrógeno y octafluorisobutileno como productos de la pirólisis A temperaturas más elevadas, entre 500 y 800 ºC, se produce fluoruro de carbonilo. Por encima de 650 ºC, se producen tetrafluoruro de carbono y dióxido de carbono, que pueden provocar fiebre causada por el humo de polímeros, una enfermedad parecida a la gripe. La causa más común de esta enfermedad es el encendido de cigarrillos contaminados con polvo de teflón. También se han registrado casos de edema pulmonar.

sábado, 16 de agosto de 2008

Riesgos: Fenilhidracina

La patología debida a la fenilhidracina se ha estudiado por medio de experimentos con animales y observaciones clínicas. La información sobre los efectos de la fenilhidracina en el hombre se ha obtenido a partir del uso del clorhidrato de fenilhidracina con fines terapeúticos. Los efectos observados fueron anemia hemolítica, con hiperbilirrubinemia y urobilinuria, aparición de cuerpos de Heinz, lesiones hepáticas con hepatomegalia, ictericia y orina muy oscura por contener fenoles y también, en ocasiones, manifestaciones renales. Los efectos hematológicos fueron cianosis, anemia hemolítica con metahemoglobinemia y leucocitosis. Los síntomas generales más frecuentes fueron fatiga, vahídos, diarrea y disminución de la presión sanguínea. En un estudiante que recibió
300 g de esta sustancia en el abdomen y los muslos, se observó colapso cardíaco y coma durante varias horas. Las personas con deficiencia hereditaria de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa(G6PDH) son mucho más sensibles a los efectos hemolíticos de la fenilhidracina y deben evitar la exposición a esta sustancia.
En lo que se refiere a las lesiones cutáneas, se ha descrito eczema agudo con erupción vesicular y eczema crónico en las manos y los antebrazos de los trabajadores que fabrican antipirina. También se describió un caso de dermatosis vesicular con producción de flictenas en las muñecas de un auxiliar químico. La dermatosis apareció 5 ó 6 horas después de manipular el producto y tardó 2 semanas en curarse. Un ingeniero químico que manipuló esta sustancia presentó únicamente algunas pequeñas pústulas, que desaparecieron en 2 ó 3 días. Por tanto, se considera que la fenilhidracina es un potente sensibilizante cutáneo. Se absorbe muy rápidamente a través de la piel.
A la vista de los informes publicados sobre los efectos carcinogénicos de la fenilhidracina en ratones, el National Institute of Occupational Safety and Health (NIOSH) ha recomendado que se regule como un carcinógeno humano. Varios estudios en bacterias y cultivos tisulares han demostrado que es mutagénica. La inyección intraperitoneal en hembras preñadas de ratón provocó ictericia grave, anemia y deficiencias en la conducta adquirida en las crías.

jueves, 14 de agosto de 2008

Riesgos: Hidracina y sus derivados

La posibilidad de inflamación, explosión y toxicidad son los principales riesgos de las hidracinas. Por ejemplo, cuando la hidracina se mezcla con nitrometano, se forma un potente explosivo que es más peligroso que el TNT. Todas las hidracinas que se mencionan aquí tienen una presión de vapor suficientemente alta como para representar un riesgo grave para la salud por inhalación. Estos compuestos tienen un olor amoniacal, similar al del pescado, que resulta repulsivo e indica la presencia de concentraciones peligrosas en los casos de exposición accidental breve. A bajas concentraciones, como las que pueden producirse durante los procesos de producción o transporte, el olor puede no ser suficiente para impedir la exposición profesional crónica a concentraciones bajas en las personas que manipulan combustibles.
Las concentraciones moderadas o altas de vapores de hidra- cina son muy irritantes para los ojos, la nariz y el aparato respiratorio. Con las hidracinas utilizadas como propelentes, la irritación de la piel es importante y el contacto directo con el líquido produce quemaduras e incluso un tipo de dermatitis por sensibilización, sobre todo en el caso de la fenilhidracina. Las salpicaduras en los ojos producen una intensa irritación y la hidracina puede causar lesiones permanentes en la córnea.
Además de sus propiedades irritantes, las hidracinas también producen efectos sistémicos pronunciados sea cual sea la vía de absorción. Después de la inhalación, la absorción a través de la piel es la vía de intoxicación más importante. Todas las hidra- cinas son de moderadas a muy tóxicas para el sistema nervioso central y producen temblores, aumento de la excitabilidad del sistema nervioso central y, en dosis suficientemente altas, convulsiones. Estos síntomas pueden progresar hasta producir depresión, parada respiratoria y muerte. Otros efectos sistémicos producidos por las hidracinas son las alteraciones del sistema hematopoyético, el hígado y los riñones. Cada hidracina varía considerablemene en su grado de toxicidad sistémica, así como con respecto a los órganos afectados por ellas.
Los efectos hematológicos se explican por sí mismos sobre la base de una actividad hemolítica. Estos efectos dependen de la dosis y, con la única excepción de la monometilhidracina, son los más llamativos en los casos de intoxicación crónica. Con la fenilhidracina se producen alteraciones hiperplásicas de la médula ósea y también se ha observado hematopoyesis extramedular. La monometilhidracina es un potente formador de metahemoglobina y se eliminan pigmentos sanguíneos en la orina. Las alteraciones hepáticas son principalmente del tipo de degeneración grasa, que rara vez progresa a necrosis y, general- mente, son reversibles cuando se trata de las hidracinas de los propelentes. La monometilhidracina y la fenilhidracina, en dosis elevadas, pueden causar graves lesiones renales. Las lesiones del músculo cardíaco son principalmente de carácter graso. Las náuseas observadas con todas estas hidracinas son de origen central y refractarias a todo tipo de tratamiento. Los convulsivos más potentes de esta serie son la monometilhidracina y la 1,1-di- metilhidracina. La hidracina produce principalmente depresión y, con mucha menor frecuencia, convulsiones.
Todas las hidracinas parecen ejercer algún tipo de efecto oncogénico en una u otra especie de animales de laboratorio y por una u otra vía de entrada (administración con el agua de beber, sonda gástrica o inhalación). La IARC las clasifica en el Grupo 2B, como posibles carcinógenos humanos. En los animales de laboratorio, con la excepción de un derivado que no se trata aquí, la 1,2-dimetilhidracina (o dimetilhidracina simétrica), existe una clara relación dosis-respuesta. La clasificación de estas sustancias en el grupo 2B obliga a reducir al mínimo cualquier exposición humana mediante el uso de equipos protectores aducados y la descontaminación de derrames accidentales.

martes, 12 de agosto de 2008

Colorantes azoicos y diazoicos

El término colorante azoico se aplica a un grupo de colorantes que tienen un grupo azo (-N=N-) en su estructura molecular. Este grupo puede dividirse en subgrupos de colorantes monoa- zoicos, diazoicos y triazoicos según el número de grupos azo que posea la molécula. Desde el punto de vista toxicológico es importante tener en cuenta que los colorantes de calidad comercial contienen generalmente hasta un 20 % o más de impurezas. La composición y la cantidad de impurezas varía dependiendo de varios factores, como la pureza de los materiales de partida utilizados, el proceso de síntesis y las necesidades de los usuarios.

domingo, 10 de agosto de 2008

AMINAS AROMATICAS

Las aminas aromáticas pertenecen a una clase de productos químicos derivados de los hidrocarburos aromáticos, como benceno, tolueno, naftaleno, antraceno y difenilo, por sustitución de al menos un átomo de hidrógeno por un grupo amino -NH2. Los compuestos que presentan un grupo amino libre se describen como aminas primarias. Cuando uno de los átomos de hidrógeno del grupo -NH2 se sustituye por un grupo alquilo o arilo, el compuesto resultante es una amina secundaria; cuando se sustituyen los dos átomos de hidrógeno, se obtiene una amina terciaria. El hidrocarburo puede tener uno o dos grupos amino o, más raramente, tres. De esta manera se puede obtener una gran cantidad de compuestos y, realmente, las aminas aromáticas constituyen un amplio grupo de compuestos químicos de gran interés desde el punto de vista técnico y comercial.
La anilina es la amina aromática más simple; consta de un grupo -NH2 unido a un anillo de benceno y es la que más se emplea en la industria. Entre los compuestos de un solo anillo más comunes están la dimetilanilina y la dietilanilina, las cloroanilinas, las nitroanilinas, las toluidinas, las clorotoluidinas, las fenilendiaminas y la acetanilida. Las aminas aromáticas con varios anillos más importantes desde el punto de vista de la medicina del trabajo son la bencidina, la o-tolidina, la o-dianisidina, la 3,3’-diclorobencidina y el 4-aminodifenilo. De los compuestos con estructura anular, las naftilaminas y los aminoantracenos han atraído mucho la atención de los expertos por problemas de carcinogenicidad. Con muchos de los integrantes de esta familia de compuestos se deben adoptar las precauciones estrictas nece- sarias para manipular carcinógenos.

viernes, 8 de agosto de 2008

Alcalis: El carbonato cálcico

El carbonato cálcico se utiliza principalmente como pigmento y en las industrias de pinturas, caucho, plásticos, papel, cosméticos, cerillas y lápices. También se emplea en la fabricación de cemento Portland, alimentos, barnices, cerámica, tintas e insecticidas.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Alcalis: Las sales del ácido carbónico (H2CO3) o carbonatos

Las sales del ácido carbónico (H2CO3) o carbonatos se encuentran ampliamente distribuidas en la naturaleza en forma de minerales. Se utilizan en la construcción de edificios, en la fabricación de vidrio, en las industrias cerámica y química, así como en agricultura. El bicarbonato amónico se utiliza en la fabricación de plásticos, cerámica y colorantes, en la industria textil, como agente de espumado para la goma-espuma, como levadura en panadería, como fertilizante y como agente extintor de incendios.

lunes, 4 de agosto de 2008

HIGIENISTA: Riesgos físicos

Exposición a un nivel de ruido excesivo (aplicable en el caso de los higienistas dedicados a la higiene industrial, los sistemas de calefacción y
ventilación y la inspeccion de industrias
“ruidosas” como la industria pesada, la textil y la gráfica);
– Exposición a la radiación ionizante (aplicable en el caso de los higienistas que participan en el control y la supervisión de la utilización de radioisótopos, equipos de rayos X y residuos radiactivos);
– Exposición a radiación no ionizante
(p. ej., en la esterilización de agua mediante UV);
– Exposición a condiciones metereológicas extremas al trabajar sobre el terreno.

sábado, 2 de agosto de 2008

HIGIENISTA: Riesgos de accidente

– Resbalones, tropiezos y caí- das de escaleras de mano y fijas, plataformas elevadas, etc., en visitas a fábricas y al realizar operaciones de
inspección;
– Caídas en fosos abiertos y pozos de registro al inspeccionar sistemas de conducción de agua y evacuación de aguas residuales;
– Intoxicación aguda provocada por gases (p. ej., dióxido de azufre y ácido sulfhídrico) al inspeccionar y limpiar los sistemas de evacuación de aguas residuales;
– Intoxicación aguda a causa de la operación y el manejo de recipientes y equipos de tratamiento con cloro y bromo del agua potable y de las piscinas;
– Intoxicación aguda causada por la utilización de diversos pesticidas (véase el apéndice) en las operaciones de exterminación y control de plagas;
– Quemaduras producidas al quemar basuras y utilizar incineradores;
– Riesgo relativamente elevado de verse afectado por accidentes de tráfico como resultado de la necesidad de conducir con frecuencia y durante períodos pro- longados por carreteras en mal estado y caminos de tierra;
– Descargas eléctricas como consecuencia de la utilización de equipos eléctricos y mecanizados de trabajo sobre el terreno;
– Incendios y explosiones causados por sustancias inflamables y explosivas (p. ej., disolventes, gasolina, etc.).