viernes, 30 de noviembre de 2007

ENCOLADOR: Factores ergonómicos y sociales

– Problemas en muñecas, manos y brazos (p. ej., tenosinovitis como consecuencia de la realización de movimientos repetitivos al encolar mediante cepillado o aplicadores a presión);
– Cansancio (en particular en las piernas), que afecta especialmente a los encolado- res que trabajan continuamente de pie, por ejemplo, en puestos de pulverización;
– Calambres en las piernas y lesiones de rodilla en el caso de los soladores (instaladores de moqueta, parqué o tarima); la utilización de las rodillas para desplazar la moqueta al colocarla puede causar bursitis (conocida en este caso como “rodilla del instalador de moqueta”)
– Tensiones y torceduras causadas por el levantamiento de recipientes de cola pesados;
– Exposición a olores desagradables, sobre todo los desprendidos por colas que con- tienen ciertos bactericidas.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

PROPIEDADES DE LOS MATERIALES ALCALINOS

Este artículo trata sobre el amoniaco, el sodio, el potasio, el calcio, el litio y sus compuestos. Con la excepción del amoniaco, son los metales alcalinos y alcalinotérreos más comunes


Usos

El amoniaco es una fuente importante de varios compuestos nitrogenados. Se utilizan grandes cantidades de amoniaco en la producción de sulfato y nitrato amónicos, que son productos utilizados como fertilizantes. También se utiliza para la oxidación a ácido nítrico, la producción de urea sintética y sosa, y la preparación de soluciones acuosas utilizadas en la industria química y farmacéutica. Asimismo, se emplea en la industria de los explo- sivos, en medicina, en agricultura, en refrigeración para obtener temperaturas por debajo del punto de congelación y en la fabricación de hielo artificial.

martes, 27 de noviembre de 2007

Riesgos Acidos Anhídridos El anhídrido maleico

El anhídrido maleico produce quemaduras graves en la piel y los ojos por contacto de la piel húmeda con soluciones o escamas de anhídrido maleico. Es un compuesto que produce sensibilización de la piel y que exige la adopción de precauciones estrictas para evitar el contacto con la piel o los ojos. Los trabajadores deben llevar gafas adecuadas y prendas protectoras y es muy importante que tengan acceso a equipos de irrigación ocular. Cuando el anhídrido maleico se encuentra en suspensión en la atmósfera de trabajo, en forma de finas partículas, pueden formarse mezclas explosivas con el aire. Los condensadores donde el producto sublimado se deposita en forma de finos cristales deberán estar colocados en posición segura, fuera de las áreas ocupadas por el personal.
Se han dado algunos casos de edema pulmonar causado por el anhídrido trimelítico en trabajadores sometidos a una exposi- ción aguda intensa, y de sensibilización de las vías respiratorias después de la exposición durante semanas o años, con rinitis o asma. Se han comunicado varios incidentes por exposición profe- sional a TMA. Se han descrito dos casos de edema pulmonar por exposición mediante inhalación múltiple a resinas epoxídicas que contenían TMA y que fueron pulverizadas sobre tuberías calientes. Aunque no se especificaron los niveles de exposición, la ausencia de irritación del tracto respiratorio superior durante la exposición podría indicar una reacción de hipersensibilidad. En otro informe, 14 trabajadores que participaban en la síntesis de TMA presentaron síntomas respiratorios por sensibilización a TMA. En este estudio se observaron tres respuestas distintas. La primera, rinitis o asma se desarrolló como consecuencia de una exposición durante semanas o años. Una vez sensibilizados, los trabajadores expuestos presentaron síntomas inmediatamente después del contacto con TMA, que remitieron al cesar la exposi- ción. Una segunda respuesta, que también implicó sensibilización, produjo síntomas tardíos (tos, respiración sibilante y dificultosa) entre 4 y 8 horas después de que cesara la exposición. La tercera respuesta fue un efecto irritante después de exposicio- nes iniciales altas.
El National Institute for Occupational Safety and Health (NIOSH) de Estados Unidos realizó un estudio de los efectos adversos en la salud, con medición de las concentraciones de TMA en el aire. Treinta trabajadores que participaban en la fabricación de una pintura epoxídica presentaron irritación de los ojos, la piel, la nariz y la garganta, disnea, tos, ardor, náuseas y cefalea. Por término medio, los niveles de exposición profesional por contaminación ambiental fueron de 1,5 mg/m3 de TMA (intervalo desde indetectable a 4,0 mg/m3) durante las operaciones de procesado y de 2,8 mg/m3 de TMA (intervalo desde indetec- table a 7,5 mg/m3) durante los procedimientos de descon-taminación.
Estudios experimentales con ratas han demostrado la presencia de hemorragia intraalveolar con exposiciones subagudas a TMA a concentraciones de 0,08 mg/m3. La presión de vapor a 20 ºC
(4 × 10-6 mm Hg) corresponde a una concentración algo mayor de 0,04 mg/m3.

sábado, 24 de noviembre de 2007

ENCOLADOR: Riesgos biológicos

– Exposición a microorganismos patogénicos que pueden desarrollarse en ciertos tipos de colas (p. ej., oseína, caseína).

jueves, 22 de noviembre de 2007

TABLAS DE ALDEHIDOS Y CETALES

lunes, 19 de noviembre de 2007

Riesgos Acidos Anhídridos Anhídrido acético.

Anhídrido acético. Cuando se expone al calor, el anhídrido acético libera humos tóxicos que pueden explotar en presencia de una llama. Reacciona violentamente con ácidos fuertes y oxidantes como ácido sulfúrico, ácido nítrico, ácido clorhídrido, permanganatos, trióxido de cromo y peróxido de hidrógeno, así como con sosa.
El anhídrido acético es un potente irritante y tiene propiedades corrosivas cuando contacta con los ojos, por regla general de forma retardada. El contacto va seguido de lagrimeo, fotofobia, conjuntivitis y edema de córnea. La inhalación puede causar irri- tación de la nasofaringe y el tracto respiratorio superior, con sensación de quemazón, tos y disnea. Las exposiciones prolon- gadas pueden determinar la aparición de edema pulmonar. La ingestión de este producto causa dolor, náuseas y vómitos. En caso de contacto prolongado con la piel puede aparecer dermatitis.
Siempre que exista peligro de contacto con esta sustancia, se recomienda el uso de ropas y gafas protectoras y la disponibilidad de duchas e instalaciones para el lavado de los ojos. Para concen- traciones de hasta 250 ppm se recomienda el uso de respiradores con filtros químicos y para concentraciones de 1.000 ppm se recomienda el uso de máscaras integrales de protección respiratoria con suministro de aire. En caso de incendio tendrán que utilizarse aparatos respiradores autónomos.
El anhídrido butírico se obtiene mediante hidrogenación catalítica del ácido crotónico. El anhídrido butírico y el anhídrido propiónico presentan riesgos similares a los del anhídrido acético.

domingo, 18 de noviembre de 2007

ENCOLADOR: Riesgos químicos

– Eritema, sensibilización de la piel, dermatosis de contacto y sistémicas como resultado de la exposición a numerosos disolventes y sus vapores o a otros componentes de las colas, como las resinas epóxicas, el

n-hexano, el tolueno, el cloruro de vinilo, etc.;
– Depigmentación cutánea por contacto
(vitíligo) en trabajadores expuestos a las colas de neopreno;
– Aparición de ampollas en la piel por con- tacto con colas que contienen epiclorohi- drina (p. ej., colas epóxi);
– Irritación ocular debida a la acción de colas o vapores que contienen epiclorohi- drina, disolventes clorados, tolueno o xileno;
– Asfixia en el caso de exposición a concen- traciones elevadas de n-hexano;
– Irritación de la boca, la garganta y la ca- vidad nasal por la acción del tolueno, el tricloroetileno o el xileno;
– Irritación del aparato respiratorio por el contacto con vapores de disolvente, en particular, de n-hexano;
– Intoxicación por monóxido de carbono procedente de los adhesivos aplicados en caliente a excesiva temperatura;
– Neumoconiosis debida a la exposición al polvo o a las fibras de algunos materiales aislantes inorgánicos encolados;
– Edema pulmonar como resultado de la inhalación de vapores de disolventes alifáticos mezclados y gasolina;
– Edema pulmonar, neumonitis química y hemorragias debidas a la aspiración de benceno líquido o xileno;
– Trastornos gastrointestinales como consecuencia de la ingestión de pequeñas cantidades de diversas colas, en especial en la aplicación de las basadas en vinilo;
– Polineuropatía, sobre todo a causa del n- hexano;
– Depresión del sistema nervioso central con posibilidad de migrañas, mareos, fal- ta de coordinación, estupor y coma como resultado de la inhalación de acrilonitrilo, ciclohexano, tolueno, xileno, 1,1,1-tri- cloroetano y tricloroetileno;
– Riesgo de aborto espontáneo o de daños al feto en las mujeres embarazadas ex- puestas a disolventes organohalógenos;
– Cambios sanguíneos y anemia debidos a la exposición al benceno;
– Elevación de la tensión arterial a causa de la exposición a la dimetilformamida;
– Daños del hígado como resultado de la acción de la dimetilformamida, el tetrahidrofurano y el cloruro de vinilo;
– Carcinogenicidad. Los siguientes componentes de las colas y disolventes han sido clasificados como cancerígenos animales
(categoría A3) por la Conferencia Americana de Higienistas Industriales del Gobierno (ACGIH): acrilamida; cloroformo; dinitrotolueno; epiclorohidrina; hexacloroetano; cloruro de metileno; 2- nitropropano. El acrilonitrilo y el acrila- to de etilo se han clasificado como presuntos cancerígenos humanos (categoría A2). Se ha confirmado que el benceno constituye una sustancia cancerígena pa- ra el hombre (categoría A1).

viernes, 16 de noviembre de 2007

Riesgos para la salud: El glicidaldehído

El glicidaldehído es un producto químico muy reactivo clasificado por la IARC como un posible cancerígeno humano y un cancerígeno animal demostrado del grupo 2B. Por consiguiente, con este producto deben adoptarse las precauciones recomendadas para la manipulación de sustancias cancerígenas.
La ingestión de metaldehído provoca náuseas, vómitos intensos, dolor abdominal, rigidez muscular, convulsiones, coma y muerte por insuficiencia respiratoria. Normalmente la ingestión de paral- dehído produce somnolencia sin depresión de la respiración, aunque ocasionalmente la víctima fallece por insuficiencia respi- ratoria y circulatoria después de la exposición a dosis altas. El metilal puede causar alteraciones hepáticas y renales y actúa como irritante pulmonar en caso de exposición aguda.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Riesgos Acidos Anhídridos El anhídrido ftálico

El anhídrido ftálico es inflamable y conlleva un peligro moderado de incendio. Su toxicidad es comparativamente baja en relación con otros anhídrido ácidos industriales, pero actúa como irritante de la piel, los ojos y el tracto respiratorio superior. Puesto que el anhídrido ftálico no tiene efecto alguno sobre la piel seca, pero produce quemaduras en la piel húmeda, es probable que el producto realmente irritante sea el ácido ftálico que se forma en contacto con el agua.
El anhídrido ftálico debe almacenarse en un lugar fresco y bien ventilado, alejado de llamas abiertas y sustancias oxidantes. En los lugares donde se manipule esta sustancia tiene que existir un buen sistema de ventilación local y general. En muchos procesos, el anhídrido ftálico se utiliza no en forma de copos sino en forma de líquido, que se envía a las industrias en tanques y se bombea directamente a un sistema de conducciones, con lo cual se evita el contacto directo con el producto y la contaminación del aire con el polvo. Este método ha tenido como resultado la completa desa- parición de todas las manifestaciones irritativas en los trabaja- dores de este tipo de industrias. Sin embargo, debe tenerse siempre en cuenta que los vapores emitidos por el anhídrido ftálico líquido son tan irritantes como los copos o las escamas, por lo que debe prevenirse cualquier tipo de fuga en el sistema de conducciones. En caso de salpicaduras o contacto con la piel, ésta debe lavarse inmediatamente con agua abundante.
Los trabajadores que manipulan derivados del anhidrido ftálico deben mantenerse bajo control médico, prestando una atención especial a los síntomas de asma y sensibilización de la piel. Si se observa alguno de estos síntomas, el trabajador tendrá que ser asignado a otro puesto de trabajo. Sea como fuere, el contacto con la piel debe evitarse siempre. Se recomienda el uso de ropa protectora como guantes de goma. Los trabajadores deben someterse a un examen médico previo al empleo para tener la seguridad de que ninguna persona con asma bronquial, eczema u otras enfermedades alérgicas se vea expuestas al anhídrido ftálico.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

ENCOLADOR: Riesgos físicos

– Exposición a la radiación de microondas y la luz infrarroja o ultravioleta si se utilizan en el secado de colas;
– Niveles de ruido elevados, especialmente en las operaciones de pulverización.

martes, 13 de noviembre de 2007

Riesgos para la salud: El glutaraldehído

El glutaraldehído es un alergeno relativamente débil que puede causar dermatitis alérgica de contacto; la combinación de sus propiedades irritantes y alergénicas apunta también la posibilidad de alergias del sistema respiratorio. Es un irritante relativamente potente de la piel y los ojos.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Riesgos Acidos Anhídridos

Los anhídridos de ácidos tienen puntos de ebullición más altos que los correspondientes ácidos. Sus efectos fisiológicos generalmente recuerdan a los de los correspondientes ácidos, si bien son irritantes más potentes de los ojos cuando están en fase de vapor, pudiendo producir conjuntivitis crónica. Se hidrolizan lentamente en contacto con los tejidos corporales y ocasionalmente provocan sensibilización. Debe existir un sistema adecuado de ventilación y los trabajadores dispondrán de equipos de protección individual. En algunas circunstancias, sobre todo cuando tengan que realizarse labores de mantenimiento, los trabajadores tendrán que utilizar equipos adecuados de protección ocular y respiratoria.
Se han descrito algunos casos de conjuntivitis, secreciones na- sales sanguinolentas, atrofia de la mucosa nasal, ronquera, tos y bronquitis en trabajadores empleados en la producción de ácido y anhídrido ftálico. Se ha reconocido que el anhídrido ftálico causa asma bronquial, y se han detectado casos de sensibilización de la piel después de una exposición prolongada a anhídrido ftálico. La lesión más frecuente es una dermatitis alérgica. También se ha identificado una IgE específica del anhídrido ftálico.

domingo, 4 de noviembre de 2007

ENCOLADOR: Riesgos de accidente

– Lesiones producidas al trabajar con equipos mecanizados utilizados en la mezcla o la aplicación de colas (p. ej., al enredarse ropas, cabellos o pelo de la barba o pillarse los dedos en mezcladoras mecánicas o en prensas);
– Caídas de escaleras de mano (sobre todo en el caso de los empapeladores);
– Caída de recipientes de cola pesados sobre los pies;
– Cortes sufridos al abrir ciertos tipos de recipientes de cola;
– Reventón de boquillas de pulverización a presión, con especial riesgo de daños oculares, sobre todo cuando se utilizan equipos sin presión de aire;
– Explosión de recipientes a presión;
– Quemaduras y daños oculares en el caso de trabajos con adhesivos aplicados en caliente (en especial al pulverizar); quemaduras debidas al contacto con superficies calientes (p. ej., de secadores o de calentadores de activación).
– Salpicaduras de líquidos irritantes, alergénicos y peligrosos por otras razones (disolventes; diluyentes, colas líquidas, emulsiones muy alcalinas, etc.) en los ojos o sobre la piel, con posibilidad de ingestión durante la mezcla, el transporte o la aplicación de los adhesivos;
– Intoxicación por fosgeno (véase la nota 1);
– Posibilidad de que los dedos se queden pegados(véase la nota 2);
– Riesgo de descarga eléctrica o electrocución debido a la utilización de herramientas eléctricas de mano (p. ej., pistolas de aplicación de cola en caliente, ventiladores, ciertos instrumentos de pulverización), sobre todo al realizar trabajos con colas acuosas;
– Riesgo elevado de incendios y explosiones debido a la presencia de disolventes y otros materiales inflamables (p. ej., papel y cartón en los trabajos de encuadernación, madera y polvo de madera en la fabricación de muebles, algunas espumas inflamables en la aplicación de colas para aislamiento, etc.) y a la acumulación de vapores de disolvente, sobre todo en instalaciones pequeñas y mal ventiladas (véase el Apéndice);
– Explosiones de mezclas de hidrógeno y aire formadas al poner en contacto, por error o accidente, colas de un alto contenido alcalino con superficies de aluminio.

sábado, 3 de noviembre de 2007

Riesgos para la salud: Formaldehído

Formaldehído y su derivado polimérico paraformaldehído. El formaldehído se polimeriza rápidamente, tanto a estado sólido como líquido, para formar una mezcla de productos químicos denominada paraformaldehído. Este proceso de polimerización se retrasa en presencia de agua, razón por la cual los preparados comerciales de formaldehído (conocidos como formalina o formol) son soluciones acuosas que contienen entre un 37 y un 50 % de formaldehído en peso; a estas soluciones acuosas se añade también entre un 10 % y un 15 % de alcohol metílico como inhibidor de la polimerización. El formaldehído es tóxico por ingestión e inhalación y puede causar lesiones en la piel. Se metaboliza a ácido fórmico. La toxicidad del formaldehído polimerizado es potencialmente similar a la del monómero, ya que el calentamiento produce la despolimerización.
La exposición a formaldehído se ha relacionado con efectos agudos y crónicos. El formaldehído es un cancerígeno animal clasificado como probable cancerígeno humano 1B por la IARC. En consecuencia, cuando se trabaja con formaldehído deben adoptarse las precauciones generales recomendadas para los cancerígenos.
La exposición a bajas concentraciones atmosféricas de formaldehído produce irritación, especialmente de los ojos y el tracto respiratorio. La solubilidad del formaldehído en agua limita el efecto irritante a la parte superior del tracto respiratorio. Una concentración de entre 2 y 3 ppm produce un ligero hormigueo en los ojos, la nariz y la faringe; cuando la concentración sube a entre 4 y 5 ppm, las molestias aumentan rápidamente; a 10 ppm se tolera con dificultad, aún en exposiciones breves; entre 10 y 20 ppm se produce dificultad respiratoria grave, quemazón de los ojos, la nariz y la tráquea, lagrimeo intenso y tos intensa. La exposición a concentraciones de entre 50 y 100 ppm produce sensación de opresión torácica, dolor de cabeza, palpitaciones y en casos extremos, muerte por edema o espasmo de glotis. También puede producir quemaduras en los ojos.
El formaldehído reacciona rápidamente con las proteínas tisulares y desencadena reacciones alérgicas, entre ellas dermatitis de contacto, que también se produce por contacto con ropa tratada con esta sustancia. Pueden presentarse síntomas asmáticos por sensibilidad alérgica al formaldehído, incluso a concentraciones muy bajas. Cuando la exposición es excesiva y reiterada, puede causar lesiones renales. Se han descrito casos de dermatitis inflamatoria y alérgica, como distrofia de las uñas por contacto directo con soluciones, sólidos o resinas que contenían formaldehído libre. El contacto breve con grandes cantidades de formal- dehído causa inflamación. Una vez sensibilizada la persona, ésta puede exhibir una reacción alérgica tras el contacto incluso con cantidades muy pequeñas.
El formaldehído reacciona con cloruro de hidrógeno y parece ser que, cuando dicha reacción tiene lugar en presencia de aire húmedo, genera una cantidad no despreciable de bis(clorometil)éter, BCME, un peligroso cancerígeno. En posteriores investigaciones se ha demostrado que, a temperatura y humedad ambiente e incluso a concentraciones muy altas, el formaldehído y el cloruro de hidrógeno no forman bis-(clorometil) éter al límite de detección de 0,1 ppb. No obstante, el National Institute for Occupational Safety and Health (NIOSH) de Estados Unidos ha recomendado que el formaldehído se considere como un posible cancerígeno profesional, debido a que exhibe actividad mutagénica en varios sistemas de ensayo y provoca cáncer nasal en ratas y ratones, particularmente en presencia de vapores de ácido clorhídrico.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Riesgos Acidos Otros ácidos El ácido sórbico y El salicílico

El ácido sórbico se utiliza como fungicida en los alimentos. Es un irritante primario de la piel y puede provocar reacciones de sensibilización. Por esta razón se debe evitar todo contacto con la piel. El ácido salicílico es un poderoso irritante de la piel y las mucosas. Los trabajadores deben adoptar precauciones estrictas para evitar el contacto con esta sustancia.